La banca lleva tiempo estudiando la cuestión y sondea la opinión de los potenciales inversores, ya que muchas compañías están dispuestas a financiarse a un siglo vista aprovechando que los tipos siguen en mínimos históricos. ¿El riesgo para los compradores? Que los tipos vayan a subir en el próximo siglo, lo que se comerá el valor de dichos bonos.
La idea puede parecer extravagante, pero lo cierto es que compañías como la naviera Norfolk Southern o la ferroviaria Burlington Northern Santa Fe ya lo hicieron en el pasado.
Walt Disney, Coca-Cola, Federal Express, Ford Motor e IBM también fueron seducidas por unos bonos que son auténticas piezas de museo, ya que los inversores que los adquieren suelen conservarlos y no es muy común que se negocien en los mercados secundarios.
¿Y quiénes son los potenciales compradores de los bonos a un siglo? "Se necesita un comprador con una necesidad especial y unas condiciones especiales", señala Ben Garber, economista de Moody's Analytics, a The Wall Steet Journal.
Las aseguradoras y los fondos de pensiones son el blanco perfecto de estas emisiones a 100 años, ya que necesitan cuadrár sus activos y pasivos a largo plazo con instrumentos estables.
Según los banqueros de Wall Street que trabajan en el tema, los emisores tendrían que ofrecer 0,75 puntos más de lo que ofrecen actualmente por sus bonos a 30 años para generar interés en el mercado.