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Privatización Iberia se hizo sin condiciones mantenimiento líneas

Barcelona, 1 jun (EFECOM).- La privatización de Iberia, en 1999, se hizo sin que se impusieran a los futuros accionistas limitaciones para vender activos estratégicos o para eliminar líneas o "slots" -derechos de despegue y aterrizaje- concretos, según han confirmado a Efe fuentes del Consejo Consultivo de Privatizaciones.

Por tanto, no existen límites legales para que Iberia prescinda de la mayoría de las líneas punto a punto con las que opera en Barcelona y centre su negocio en El Prat básicamente en el puente aéreo.

Iberia fue privatizada en 1999, dentro del programa de venta de empresas públicas que llevó a cabo el PP, y en este momento el núcleo duro de la compañía aérea está controlado por British Airways (10%), Caja Madrid (9%) BBVA (7,3%), Logista (6%), la SEPI (5%) y El Corte Inglés (3%), además de diversas cajas de ahorro y de pequeños accionistas que han comprado Títulos en bolsa.

Las mismas fuentes del Consejo Consultivo de Privatizaciones, organismo independiente que ha tutelado la venta de antiguas empresas públicas, han señalado que el único acuerdo que se firmó durante la privatización fue un pacto entre los socios que entraron -British Airways, Logista, Caja Madrid, BBVA y El Corte Inglés- de que todas las decisiones estratégicas, como es el caso de la retirada de El Prat, se tenían que tomar por acuerdo conjunto de todos los miembros del núcleo duro.

Diversas instituciones políticas, encabezadas por el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, y empresariales, como la Cámara de Comercio de Barcelona, se han sumado hoy a las críticas contra la decisión de Iberia de retirarse del aeropuerto de El Prat, que tiene en los vuelos entre Barcelona y Madrid el 10% de su pasaje.

Un total de 27,7 millones de pasajeros fueron transportados por Iberia durante 2005, según consta en la memoria de la entidad, y según ha informado la compañía, de ellos 2,8 millones se movieron entre Barcelona y Madrid, lo que supone un 10% del total.

Fuentes del sector turístico han señalado que estos pasajeros son mucho más rentables que los del resto de vuelos de Iberia, incluyendo las rutas de larga distancia, pero la compañía ha declinado dar esta información, asegurando que no está obligada legalmente, igual que no ha querido revelar qué porcentaje de los ingresos de Iberia dependen de este negocio Barcelona-Madrid.

No hay que confundir el peso de las rutas entre Barcelona y Madrid con lo que se denomina "puente aéreo", que supuso 1,5 millones de pasajeros, el 5,4% de lo que movió Iberia durante todo el pasado año. El resto, son vuelos regulares para enlazar con otros trayectos.

La importancia del negocio Barcelona-Madrid, del que Iberia no piensa retirarse, es más importante si se cuentan sólo los vuelos domésticos, que representan 15,4 millones de pasajeros, el 55% del total, y de los que dependen, siempre según la memoria de Iberia, el 34,3% de los ingresos de la aerolínea de bandera, que fueron ese año 3.610 millones de euros.

Es decir, el negocio de Barcelona-Madrid sólo en volumen de pasajeros supone el 18% de todos los pasajeros en vuelos domésticos de Iberia.

Portavoces de Iberia han señalado hoy que la compañía todavía no ha especificado sus planes y que para nada van a marcharse de Barcelona, y han apuntado que la oleada de críticas es prematura.

El presidente catalán, Pasqual Maragall, ha asegurado en el Parlamento tener la garantía de que el Ejecutivo central tiene como una de las hipótesis de trabajo la privatización de AENA, dado que no se ve capaz de afrontar la "deuda" acumulada en la etapa de gobierno del PP en infraestructuras, como el aeropuerto de Barajas o El Prat.

Por su parte, sindicatos, políticos, la Cámara de Comercio de Barcelona y diversas asociaciones empresariales han seguido criticando la decisión de Iberia, señalando que perjudicará a la economía catalana y pidiendo que la compañía se la replantee.

En defensa de Iberia sólo ha salido el secretario general de Turismo, Raimon Martínez Fraile, quien ha señalado hoy que la decisión que tome Iberia de abandonar rutas en el aeropuerto de Barcelona "es suya", porque "se trata de un tema empresarial", en el que no pueden entrar, "porque Iberia busca lo mejor en sus resultados". EFECOM

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