Diversifique, diversifique, diversifique. Desde que comenzara el año los expertos repiten una y otra vez que para acertar de pleno con la bolsa se debe mirar más allá de España, pero ¿sabe cómo? Hoy comprar en Tokio o Suiza es casi tan fácil como hacerlo aquí.
Si es de esas personas a las que no le da pereza preparar maletas y sacar tarjetas de embarque, es más que probable que en alguna de esas escapadas se haya dado cuenta de que los españoles estamos en todas partes: comprando pañuelos en el Gran Bazar de Estambul, observando y comentando lo que queda del foro romano en Roma, o esperando la cola del chiringuito que vende entradas de última hora -y con descuento- para las obras de teatro en la londinense Leicester Square. ¿Y por qué si viajamos tanto al extranjero tenemos encerrado nuestro dinero en la bolsa española?
Invierta en el extranjero
Es como si se pensase que el parqué español es el único capaz de ofrecer buenas oportunidades, que es lo mismo que opinar que dentro de nuestras fronteras se encuentran todos los monumentos dignos de visitarse: que se sepa, hoy por hoy, sólo La Alhambra granadina está defendiendo su canditatura a maravilla del mundo.
Sin embargo, por el momento, la actitud de la mayoría de los inversores es mirar con recelo a las bolsas extranjeras. Muchos de los brokers que ofrecen servicios de compra y venta de valores extranjeros reconocen que si bien es verdad que invertimos más fuera, aún es muy pequeño el número de inversores nacionales que se atreven a confeccionar una cartera de títulos que esté en movimiento las 24 horas del día. No obstante, eso no impide que casi todos tengan ese servicio abierto a sus clientes y que apuesten por él.
Desde Bankinter reconocen que "su crecimiento es grande". Pronostican, además, que va a ir a más. ¿La razón? Entre otras cosas, que después de muchos ejercicios espléndidos, la bolsa española se está comportando peor que otras, tal como adelantaban desde finales de 2006. Por ello, elEconomista y FactSet crearon el Selector de Valor. Una herramienta que selecciona las empresas más atractivas no sólo de cada mercado, sino también de los distintos sectores de acuerdo a una serie de criterios como su potencial alcista o rentabilidad por dividendo.
Europa, el primer paso
Igual que no es habitual que para el primer viaje al extranjero se dé el salto directamente a Asia, con las inversiones lo más fácil es la bolsa de la zona euro. Además, invertir en ella tiene dos grandes ventajas: es más barato y todos los principales brokers por Internet lo ofrecen.
Lo habitual es que en la gran mayoría de estos mercados la operativa que ofrecen los intermediarios sea casi igual que en bolsa española. Es decir que la conexión a estos mercados sea directa, de manera que cuando se compre o venda una acción se pueda realizar rápidamente, sin un retardo importante de precio. Eso es fundamental, por ejemplo, para quienes quieran hacer operativa intradiaria donde las diferencias mínimas de precio pueden afectar a su éxito o fracaso.
El otro gran as es el precio. Aunque invertir en renta variable no española tiene, por el momento, la pega de que es bastante más caro (lo normal es que tanto la comisión de compra/venta como la custodia sea más alta), elegir acciones cotizadas en euros evita arriesgarse a perder mucho dinero por los cambios de divisa (y también por las posibles comisiones por cambio de moneda).
Siempre que se adquieren acciones de empresas cotizadas en una moneda distinta al euro, se está apostando también por la tendencia del tipo de cambio. Por ejemplo, si compra acciones en dólares, ganará más si la moneda norteamericana se revaloriza respecto al euro. Pero si ocurre lo contrario, su rentabilidad se verá mermada, como ha ocurrido en los últimos años.
El número uno del mundo
Un segundo viaje en la inversión internacional le puede conducir hacia otros países europeos, como Reino Unido, Noruega, Finlandia, Suiza... o al otro lado del Atlántico, al mayor mercado financiero del mundo, Estados Unidos. En el caso de que se acerca a cualquiera de estos mercados ya no estará parapetado contra los avatares de las divisas, pero podrá invertir en sectores en los que la oferta en España no es tan amplia. Fíjese sólo en el Nasdaq (los principales brokers por Internet permiten comprar acciones en el mercado tecnológico), donde existe más de tres millares de empresas especializadas en tecnología.
Un truco para ahorrar dinero (especialmente útil en el caso de que pretenda realizar bastantes operaciones en uno de esos parqués), es abrir una cuenta en su moneda, por ejemplo, en dólares (muchas entidades ofrecen cuentas en divisa distintas al euro) y que liquide en ellas cualquier operación de compra y venta de valores.
Gastos extras
En el caso de que apueste por estas bolsas debe tener en cuenta que le pueden llegar algunos gastos extras sobre los habituales cánones de bolsa (es lo que cobra cada mercado por operar dentro de ellos y es un tarifa estándar, que no depende del intermediario que elija). Así, en el Reino Unido, Londres carga lo que se conoce como Stamp Duty, que se cobra sólo sobre las compras y que es del 0,5 por ciento del efectivo de la operación. Además, por cada operación que realice de 10.000 libras o más (a partir de 14.700 euros), tendrá que pagar una libra, independientemente de si compra o vende.
Estados Unidos (da igual en el mercado en el que invierta, Nueva York o Nasdaq) también tiene una propia, que se paga cuando se vende. Es más baja que la británica, ya que es del 0,00301 por ciento del efectivo.
Asia, Pacífico... todo es posible
Los españoles cuentan con la posibilidad también de destinar su dinero a otros muchos mercados: pero con más riesgo, sólo apto para inversores especializados o muy arriesgados (la diferencia horaria y la escasa información también son importantes). Así, son numerosos los brokers que aderezan la oferta de productos exóticos con algo más que Japón (ya de por si bastante sofisticado). Así las bolsas de Singapur, Australia, Malasia, Nueva Zelanda, Hong Kong... aparecen como algunos de los mercados a los que los clientes de entidades como Norbolsa, Openbank o Uno-e tienen acceso. El segundo de ellos ofrece, asimismo, exponerse a África invirtiendo en la bolsa de Johannesburgo (Sudáfrica).
La otra alternativa para exponerse a alguno de los mercados exóticos y de moda sin jugársela a un valor es apostar por los fondos cotizados (ETF). Renta4 lanzó hace algunos meses su plataforma y cada vez son más los brokers que ofrecen más productos de este tipo extranjeros, como es el caso de Inversis Banco, Bankinter u Openbank.