
Nueva York acentuó anoche el sufrimiento de los alcistas del viernes, con una nueva caída y cierre en los mínimos del día. El Dow Jones se dejó otro 1,16%, el S&P 500 perdió el 1,35% y el Nasdaq, líder para lo bueno y para lo malo, se derrumbó el 2,04%.
Este nuevo castigo confirma lo que ya se apuntaba el viernes: que el intento de recuperación ha fracasado y que estamos abocados a probar de nuevo los mínimos del año tanto en Europa como en EEUU. Y, como decíamos ayer, cuantas más veces se prueba un soporte, más vulnerable es.
La caída de ayer no tuvo un detonante específico, más allá de los temores cada vez mayores por la situación de Europa, agravados desde el viernes por la situación en Hungría. Unos temores que se tradujeron en una nueva caída del euro a mínimos de cuatro años, en 1,188 dólares, aunque luego fue capaz de recuperar hasta 1,1955.
En el capítulo empresarial, las estrellas fueron BP, que empezó muy fuerte después de conseguir al fin empezar a extraer petróleo del vertido, aunque luego el valor se desinfló; y Apple, que cumplió las expectativas con la presentación del iPhone 4. Aun así, no pudo escapar de la marea del mercado y bajó el 2%.
El petróleo cayó ligeramente hasta 71,44 dólares pero el oro subió con fuerza como valor refugio hasta 1.240,8. Los bonos subieron en precio y su rentabilidad bajó al 3,18%.