Más voces dentro de la Reserva Federal se unen a la de Thomas Hoenig. Jeffrey Lacker, presidente de la Fed de Richmond, ha explicado que está cada vez más incómodo con el lenguaje de la institución en sus comunicados, lo que sugiere que se inclina por elevar los tipos de interés.
"Estoy marginalmente cómodo con el lenguaje en este punto", explicó en una rueda de prensa. La Fed dijo en su último comunicado que las condiciones económicas probablemente requirieran un largo perio de tipos de interés extraordinariamente bajos.
Lacker no tiene derecho a voto respecto a la política monetaria hasta 2012, pero participa en las discusiones sobre tipos de interés de la institución.
Lacker se describe a sí mismo como "razonablemente optimista" sobre las perspectivas de la economía, con crecimiento seguro y con las presiones inflacionistas acechando. El presidente de la Fed de Richmond cree que la inflación podría no ser una preocupación inmediata, pero que el riesgo crecerá a medida que lo haga la recuperación.
En este sentido, Lacker espera que los precios sigan a la baja por la caída de los precios del petróleo, aunque las altas expectativas del público evitarán que la inflación caiga más.
En cuanto a la economía, cree que la economía crecerá alrededor de un 3%, y que los problemas de Grecia y la Eurozona no tendrán un impacto significativo en las perspectivas económicas de EEUU.
"Hay algunos riesgos para las perspectivas que no estaban ahí antes" en Europa, pero Lacker cree que el crecimiento tan sólo se verá afectado en un 0,1 o 0,2%, debido a las menores exportaciones.
Además, Lacker apoya que la Fed vende algunos de sus activos relacionados con el mercado inmobiliario antes de elevar tipos, aunque esta postura es minoritaria, según se desvela de las actas de la última reunión. Con esto, lo que quiere el presidente de la Fed de Richmond se "intentaría evitar el desarrollo de otro boom inmobiliario con la recuperación".