Jerome Kerviel ha vuelto a salir a la palestra, poco antes de su juicio por el supuesto fraude de 4.900 millones de euros, y ha acusado a sus superiores de ayudarle en las operaciones que provocaron las enormes pérdidas del banco.
"Soy inocente", explicó Kerviel emn una entrevista con Bloomberg Television. "Quiero probar que mis superiores sabían lo que estaba haciendo y me ayudaron a hacerlo para obtener dinero para el banco".
Société Générale desveló en enero de 2008 pérdidas por valor de 4.900 millones debidas a enormes posiciones sin autorizar por parte de un sólo empleado.
"Cuanto más dinero obtuvieras para el banco, más dinero te pedía. Mi único objetivo era conseguir dinero para el banco", se defiende el antiguo operador. Kerviel está acusado de abuso de confianza, falsedad documental y de hackear los ordenadores del banco y podría estar hasta cinco años en la cárcel si se le considera culpable en el juicio que comienza el 8 de junio.
Jean Veil, uno de los abogados del banco francés, el segundo mayor del país, ha dicho que está esperando a que Kerviel pruebe que sus superiores le ayudaron en sus apuestas. Société le exige 4.900 millones como "reparación por el coste financiero de deshacer sus operaciones fraudulentas, así como el coste de recapitalización", explicó Veil.
Mientra, Kerviel insiste en que su primer objetivo "es defenderme y probar" que sus superiores conocían sus actividades", aunque espera que "quizás otra de las cosas buenas del juicio será hacer públicas este tipo de prácticas" de los operadores.
Según él, un directivo del banco escribió que "un buen chico, un buen empleado, debe romper las normas". Los superiores te piden que rompas las normas todos los días, añade. Además, el acusado niega haber utilizado las identificaciones de otros operadores para realizar sus apuestas, y explica que "hay un montón de cosas que se han dicho que son equivocadas".