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Ni se plantee una hipoteca multidivisa

En octubre de 2008 nos contaban desde Bankinter la mecánica de estas hipotecas. Se trataba de un momento en el que podrían resultar muy atractivas, con un euribor en entornos del 5% y tasas de cambio favorables con respecto a divisas como el yen o el franco suizo.

Referenciadas al tipo de interés del país de estas divisas, ofrecían una ventajosa contrapartida para el cliente. Ahora las cosas han cambiado: con un euribor instalado desde hace más de un año en niveles del 1%, no hay divisa que pueda compensar la devaluación a la que sigue expuesta la nuestra.

Un ejemplo que demuestra la progresiva pérdida de valor del euro con respecto al yen: hace tres años, el tipo de cambio del euro frente a la divisa japonesa se situaba en 163,05, que para una hipoteca en yenes se traducía en 613 euros de cuota -si consideramos un préstamo de 100.000 euros-; a finales del año pasado, ya bajó a 133,2, lo que situaba la mensualidad en 750 euros, un 16% más; el tipo de cambio en el día de ayer se situaba en 112,12, lo que se traduce en 891 euros de cuota, un elevado 45% más que 2007. De hecho, y según el Ecotrader de elEconomista.es, la tendencia euro/yen es lateral bajista y la del euro/franco suizo, bajista.

Este cambio de escenario es el que justifica que, a día de hoy, no represente un producto atractivo. Como nos cuentan ahora desde Bankinter: "Hace más de un año que no comercializamos estas hipotecas porque ya no ofrecen ventajas".

Y es que quien contrata este producto debe asumir sus riesgos. El principal, la fluctuación de la divisa en la que se endeuda uno, por eso suelen tomarse monedas de evolución estable que, en cualquier caso, se espera que se mantengan la mayor parte de la vida del préstamo en tasas por debajo del euro.

Si ocurre lo contrario, estamos perdiendo la ventaja: si el yen sube, por ejemplo, también lo hará la cuota. Por esta razón, los clientes de la hipoteca multidivisa deben tener unos conocimientos financieros y ser conscientes de los avatares que puede sufrir su deuda en función de variables macroeconómicas que afecten al tipo de cambio euro/yen, como los que en estos momentos suceden.

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