
Detrás de la decisión unilateral de Alemania de prohibir las ventas al descubierto, se esconde la falta de cohesión y gobernanza dentro del conjunto monetario europeo.
Y ello deriva en nuevos repuntes de volatilidad, especialmente en el mercado de divisas, con el euro en el centro de la tormenta financiera, sin más amparo que el fondo Paulson europeo destinado a comprar tiempo. Esta semana la divisa comunitaria se depreciaba frente al dólar hasta niveles de marzo de 2006 y a mínimos de ocho años frente al yen .