
Wall Street logró anoche una apreciable remontada desde los mínimos del día gracias a la recuperación del euro, que reconquistó los 1,24 dólares después de caer a mínimos de cuatro años en la sesión europea por debajo de 1,23. Después de llegar a bajar más del 1%, al cierre el Dow Jones se anotó el 0,07%, el S&P 500 sumó el 0,11% y el Nasdaq, de nuevo el mejor, el 0,31%.
Esta recuperación final debería insuflar esperanzas alcistas hoy a Europa, y es probable que hoy asistamos a una apertura positiva. Pero la sesión de ayer también nos dejó claro que el mercado es presa de una debilidad extrema y que un rebote tan contundente como el de media sesión de ayer en el Ibex puede esfumarse en un momento. Así que no hay que fiarse.
Los acontecimientos en Europa volvieron a acaparar la atención de todas las bolsas mundiales, pero también hubo novedades en EEUU. El índice Empire State de actividad en Nueva York se desplomó muy por debajo de las expectativas, lo que pone en duda la fortaleza de la recuperación norteamericana y se añade a las múltiples preocupaciones del mercado.
General Motors publicó su primer beneficio trimestral en casi tres años gracias a la mejora de la economía y al hundimiento de su gran rival, Toyota. Lowe´s superó las expectativas de beneficio, pero sus previsiones fueron inferiores a lo esperado y cayó un 3%.
El petróleo cayó el 2,1% hasta el filo de los 70 dólares, mientras que el oro mantuvo su subida como si nada hasta 1.228,5. Los bonos hicieron el camino opuesto de la bolsa y perdieron todo lo ganado a media sesión, con lo que su rentabilidad subió hasta el 3,49%.
Hoy martes llegarán los precios industriales, los permisos de construcción y las cuentas de Wal-Mart y Hewlett-Packard.