
Washington, 20 abr (EFE).- El FMI alertó hoy de que los déficits públicos representan un peligro para la estabilidad financiera y la recuperación económica mundial, e instó a los Gobiernos a presentar planes de ahorro a medio plazo que calmen a los mercados.
"Tenemos un nivel de deuda como tras la Guerra Mundial, pero sin guerra mundial", resaltó el director del departamento de Asuntos Monetarios y Mercados de Capitales del Fondo Monetario Internacional (FMI), José Viñals.
Hace un año, la preocupación dominante era un sistema financiero impedido y asustado, en el que primaba la desconfianza entre sus participantes, lo que motivó una intervención sin precedentes de los Gobiernos para restablecer su funcionamiento.
Las aguas vuelven a su cauce y el recuperación del flujo del dinero y el repunte económico han devuelto al oxígeno a las entidades financieras, muchas de las cuales registran ahora ganancias.
Así, el FMI estimó que la crisis costará al sector financiero mundial 2,3 billones de dólares, medio billón menos que lo que había calculado en octubre, según se recoge en su "Informe de Estabilidad Financiera Mundial", divulgado hoy.
Pero el riesgo se ha transferido de los balances privados a los públicos, como refleja la delicada situación de Grecia, que está inmersa en una crisis presupuestaria.
A juicio de Viñals, el principal riesgo ahora "es que los problemas fiscales socaven la estabilidad financiera mundial", lo que alargaría la crisis en los mercados y minaría la recuperación.
Si los inversores dudan de la sostenibilidad de la deuda pública exigirán intereses más elevados, para pesar de los Gobiernos y del sector privado, que sentirán el varapalo del aumento del costo del crédito.
Para evitar la caída en esa espiral nefasta, el FMI urgió a los Ejecutivos de los países avanzados a que expongan ahora sus planes para frenar su déficit a medio plazo y lleven a cabo reformas estructurales que eleven el crecimiento de sus economías.
De una u otra forma, la recuperación del crédito será "lenta, leve y desigual", según Viñals. La banca necesita refinanciar casi 5 billones de dólares en los próximos tres años, puesto que se vio forzada a emitir deuda a corto plazo durante la crisis por el poco apetito en los mercados a prestar a largo plazo.
Además, deberá hacer acopio de unas provisiones de mayor calidad para satisfacer a los inversores, en vista de que se avecinan unas normas financieras más estrictas, apuntó el Fondo.
Los bancos acudirán a los mercados al mismo tiempo que los Gobiernos emiten una cantidad ingente de bonos para financiar su deuda, y en un momento en el que los bancos centrales comenzarán a retirar la liquidez extraordinaria inyectada en los días más oscuros de la crisis.
El resultado será un entorno difícil para obtener financiación, en el cual los bancos "deberán aprovechar cualquier oportunidad para alargar el vencimiento de su deuda", según Viñals.
Mientras, en los mercados emergentes el problema es el contrario: el exceso de fondos gracias a la recuperación de los flujos de capital. El FMI no ve pruebas aún de que se hayan formado burbujas, pero alerta de que podrían generarse si se mantienen las bajas tasas de interés, la liquidez abundante y la entrada de inversiones extranjeras.
En Brasil en particular, el organismo internacional cree que los precios de los activos están "ligeramente" por encima de la media histórica, pero no considera que haya una sobrevaloración significativa.
En su informe, también pidió avances en la introducción de la reforma financiera, que a su juicio debe exigir a los bancos que mantengan más reservas de capital para hacer frente a posibles pérdidas.
"Aunque la dirección de las reformas es clara, no lo es su magnitud", advirtió el Fondo, quien dijo que tampoco se ha definido el régimen de regulación que se impondrá a las instituciones gigantes, cuya quiebra pondría en peligro todo el sistema financiero.
Esas entidades disfrutaron de grandes beneficios en los tiempos de bonanza, mientras que durante la crisis las pérdidas las ha asumido el sector público. Han operado, de este modo, bajo la premisa de: "si yo gano, gano yo, y si yo pierdo, pierdes tú", dijo Viñals. Eso no es sólo injusto, sino también malo para la estabilidad financiera, destacó.
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