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A la caza del inversor, grandes regalos con letra pequeña

Las gestoras han sacado toda su artillería a través de regalos y bonificaciones en efectivo para captar clientes para sus fondos. Pero el inversor no debe dejar que éstos le cieguen, ya que pueden venir disfrazados de excesivas comisiones y bajas rentabilidades.

¿Ha ido o ha acompañado alguna vez a alguien que fuese a comprar un caballo? Si es así, se habrá dado cuenta que una de las primeras cosas que se miran del equino son los dientes. Este hecho responde a que por el estado de desgaste de la dentadura se puede conocer la edad de un animal, en este caso de un caballo, y por tanto, su estado. No vaya a ser que le den a uno gato por liebre. Sin embargo, la cosa cambia si el caballo se lo regalan. A caballo regalado no le mires el dentado, dice el refrán.

Pero hay refranes que no hay que seguir a raja tabla. Sobre todo, si ese caballo regalado incluye la contratación de un producto de inversión, ya que uno se expone a llevar a la práctica otro popular refrán: lo barato sale caro. En el último año, la caída de la rentabilidad de los depósitos -una situación que está empezando a cambiar- a la sazón de unos tipos de interés históricamente bajos, llevó a los bancos a concentrar sus esfuerzos de captación en otro tipo de productos, con más papeletas para seducir al inversor, como son los fondos. Las marquesinas de las paradas de autobús, los periódicos y las sucursales se llenaron de panfletos que anunciaban campañas comerciales por las que se regalaban bonificaciones en metálico a cambio de que el partícipe decidiera invertir en un fondo de inversión determinado.

BBVA, Popular, Unicaja o Banco de Madrid son algunas de las entidades que se han apuntado a la moda de lanzar campañas para captar inversores a través de fondos. Todas regalan bonificaciones de hasta el 1 por ciento del importe traspasado a alguno de sus productos. Pero esto no quiere decir que ese 1 por ciento lo vayan a acumular en el fondo contratado. Es un regalo independiente y, como tal, ha de pasar por la mano de Hacienda. Por ejemplo, si un inversor invierte 3.000 euros en un fondo, recibiría 30 euros de bonificación, pero de ésta cantidad el Fisco se quedaría con 5,7 euros (al ser las ganancias inferiores a los 6.000 euros, tributan al 19 por ciento) por lo que el premio que recibiría el partícipe se quedaría en 24,3 euros.

Tampoco los regalos en especie de algunas gestoras para contratar un fondo o un plan de pensiones determinado -Ahorro Corporación ofrece esta posibilidad a aquellos inversores que suscriban participaciones del fondo Cajasol Aniversario por al menos 10.000 euros- están libres de rendir cuentas ante la Administración. Según explica Marta Díaz Abajo, de Atlas Capital, "la gestora determina el valor del regalo y Hacienda suele subir en torno a un 20 por ciento más de lo que dice la gestora". El inversor tributará por él a un 19 ó 21 por ciento de su coste, en función de si éste es inferior o superior a los 6.000 euros.

No se deje llevar

Las gestoras que ofrecen regalos a través de este tipo de campañas no buscan un inversor nómada que, a la primera cambio, decida cambiar de bando y vender su posición en el fondo. Quieren clientes cautivos. Por ello, raro es el caso en el que los bancos no incluyan dentro de la oferta la obligación para el cliente de permanecer en el producto durante un plazo determinado.

Por ejemplo, Banco Madrid obliga al inversor a quedarse con las mismas participaciones contratadas al menos hasta el 30 de abril de 2011; Ahorro Corporación exige que se permanezca en Cajacanarias Centenario Garantizado hasta 2013 y BBVA obliga a una permanencia mínima de seis meses en varios de sus productos ofertados. Si se incumplen estos plazos, el inversor no recibirá regalo alguno e, incluso, se verá obligado a pagar comisiones de reembolso del 5 por ciento, como es el caso de varios de los fondos de BBVA. "Es el chocolate del loro, porque te obligan a permanecer en un producto, independientemente del contexto de mercado que se pudiera producir y sobre todo en el caso de los fondos de renta fija y ga- rantizados lo normal es que sea porque van cobrar comisiones muy caras", afirman en Atlas Capital. ¿Merece, por tanto, la pena contratar un fondo del que no se pueda salir por el simple hecho de recibir menos de 25 euros en metálico o un reproductor MP4, del que habrá que pagar como poco un 19 por ciento? A priori no, a no ser que el producto en cuestión haya demostrado que es mejor que los del resto de su categoría. "Lo principal es saber si son buenos fondos, ya que las diferencias entre uno y otro pueden ser brutales. Entre un producto bueno y otro malo puede haber divergencias de hasta el 20 por ciento, por lo que el 1 por ciento de bonificación sería irrelevante", afirma Marta Díaz.

Poco rentables

En la actualidad, hay casi un centenar de fondos de inversión en promoción y, de éstos, 70 tienen al menos cinco años de antigüedad, lo que permite saber si han sido rentables en el último lustro. El resultado deja bastante que desear, ya que sólo un 25 por ciento de ellos ha obtenido en los últimos cinco años rentabilidades superiores a las de su categoría y solo el 50 por ciento consigue batir al IPC en ese periodo. Destacan sobre todo los fondos garantizados de Unigest, la gestora de Unicaja, o Eurovalor Iberoamérica y BBVA Bolsa Latam, los fondos latinoamericanos gestionados por Popular y BBVA.

También los dos productos que tiene en promoción Ahorro Corporación, Cajacanarias Garantizado y Cajasol Aniversario, pueden considerarse una buena opción donde invertir, independientemente del regalo que ofrecen por ello, ya que no sólo logran rentabilidades superiores a las de su categoría en los últimos cinco años, sino que también soportan comisiones de gestión inferiores a la media.

Por el contrario, quizá haya que pensárselo más a la hora de invertir en los fondos que promociona Banco de Madrid. Ninguno de ellos gana más que la media de su categoría y, además, todos menos tres cobran al partícipe una comisión superior a la media, según los datos de Morningstar. También hay que estudiar detenidamente si depositar el dinero o no en los fondos de renta variable en oferta. Y es que si bien los que invierten en Latinoamérica consiguen superar con creces a su categoría, no sucede los mismo con los que componen su cartera con acciones emitidas en algún país de la eurozona. Por ejemplo, Unifond Eurobolsa, Premium Dividendo o Unifond Renta Variable han dado pérdidas anuales a sus partícipes de entre el 4 y el 8 por ciento, mientras que los fondos de su categoría han brindado rentabilidades del 0,73 por ciento anual.

La mayoría son caros

Además de analizar la rentabilidad, los expertos siempre recomiendan fijarse en las comisiones que soporta el producto. No en vano, los gastos influyen en la rentabilidad que finalmente obtendrá el partícipe. Según los datos de Morningstar, la comisión media de los fondos de inversión a finales de 2009 era de 1,32 por ciento sobre el patrimonio, siendo los monetarios los más baratos (0,0 por ciento), ya que también son los que tienen objetivos de rentabilidad más bajos; y los de renta variable europea y Japón, los más caros (cobran de media una comisión de 1,83 por ciento sobre el patrimonio).

Ya lo advierten los expertos. Hay que fijarse en si los fondos que regalan el 1 por ciento lo van a cobrar luego en comisiones. Pues bien, ésta es una verdad a medias. Excatamente a medias, puesto que de los 100 fondos que actualmente están en promoción, 50 cobran a sus partícipes más que la media y 50 soportaban gastos inferiores a la media.

Destaca, sobre todo, el caso de los fondos garantizados a vencimiento y de los productos que pertenecen a la categoría de global. Todos los que se ofrecen tienen comisiones de gestión superiores a la media. Lo contrario sucede con los fondos de renta fija. Ninguno de los 12 que han puesto las gestoras en el escaparate tiene tarifas elevadas. Además, los únicos dos monetarios que se están en campaña, Eurovalor Ahorro Euro y Unifond Dinero, soportan comisiones muy superiores a la media. Concretamente, ésta es del 1 por ciento y eso, en un entorno en que la máxima rentabilidad que puede obtener un monetario tradicional es del 1 por ciento, no es buena señal.

De momento, según VDOS, la campaña de captación no está dando los frutos deseados a las gestoras. Ninguno de los diez fondos que más suscripciones recibió en febrero está incluido en algunas de sus promociones.

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