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Economía/PIB.- (Ampliación) La economía española creció un 3,5% en el primer trimestre del año

El sector exterior siguió restando 1,5 puntos al crecimiento del PIB, pese a que las exportaciones repuntaron un 9,1%

MADRID, 24 (EUROPA PRESS)

La economía española creció un 3,5% en el primer trimestre del año, la misma tasa que en el trimestre precedente, según los datos de la Contabilidad Nacional Trimestral publicados hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE). En términos intertrimestrales, el PIB registró un crecimiento del 0,8%, una décima menos que en el trimestre anterior.

La constancia de las contribuciones tanto del sector exterior como de la demanda nacional han dado como resultado, según el organismo estadístico, un "perfil estabilizado" para el crecimiento de la economía española, que en los últimos tres trimestres ha registrado un crecimiento del 3,5%.

Valorado a precios corrientes, el PIB creció a un ritmo del 8%, lo que implica un crecimiento del deflactor implícito del 4,3%, una décima menos que en el trimestre anterior.

El aumento del PIB hasta marzo, que coincide con las estimaciones avanzadas por el Banco de España, se debe principalmente al crecimiento del 5% de la demanda nacional, cifra idéntica a la del trimestre anterior. Por su parte, la demanda externa restó 1,5 puntos al incremento del PIB, también la misma tasa que el periodo precedente, resultado de la compensación de los impulsos expansivos que registraron tanto las exportaciones como las importaciones.

Por el lado de la demanda, el gasto en consumo final de los hogares continuó mostrando un elevado dinamismo, afianzando su crecimiento en el 4%. El INE indica que esta evolución está determinada por el tono "menos expansivo" de la demanda de bienes, especialmente los duraderos, que compensa el carácter expansivo del gasto en servicios.

El gasto de las administraciones públicas se aceleró, por su parte, hasta el 4,7%, una décima más que en el trimestre anterior, como resultado del mayor impulso de la remuneración de asalariados y, en menor medida, de las adquisiciones de consumos intermedios.

MENOS BIENES DE EQUIPO Y MAS CONSTRUCCIÓN.

La formación bruta de capital fijo mostró en el primer trimestre un crecimiento desacelerado, tras crecer un 6,2% frente al 6,8% del periodo anterior, debido al menor ritmo de avance tanto de la inversión en bienes de equipo, que creció un 8,3% en contraste con el 9,1% del trimestre precedente, y de otros productos (4,9% frente a 7,5%).

En cambio, la inversión en construcción experimentó un repunte del 5,8%, dos décimas más que el crecimiento registrado en el trimestre anterior, derivado del carácter expansivo de la edificación residencial, que compensó el menor dinamismo tanto de la obra civil como de la edificación no residencial.

En cuanto a la demanda externa, el sector exterior prolongó hasta marzo su contribución negativa al crecimiento del PIB (-1,5 puntos) aunque, a diferencia de trimestres anteriores, tanto las exportaciones como las importaciones mostraron un mayor crecimiento.

En concreto, las exportaciones de bienes y servicios aceleraron muy notablemente su crecimiento, tras registrar un aumento del 9,1%, frente al 1,9% del trimestre precedente, debido al avance del componente de bienes. En cambio, las exportaciones de servicios experimentaron una importante desaceleración, con un aumento del 1,7% frente al 7,4% anterior, debido sobre todo a los desfavorables datos sobre gastos turísticos.

NOTABLE AUMENTO DE IMPORTACIONES.

Las importaciones intensificaron también de manera importante su ritmo de crecimiento, con un aumento del 12,4% frente al 6,6% del trimestre anterior, destacando especialmente el componente de bienes. El correspondiente a los servicios también aceleró su crecimiento hasta el 15,8% (12,4% en el periodo precedente), sobre todo los relacionados con las actividades prestadas a empresas, servicios financieros y comunicaciones.

Desde el lado de la oferta, el INE destaca la aceleración de la actividad industrial, que creció hasta marzo un 2,2% (cinco décimas más), y la construcción, con un repunte del 5,5% (una décima más), como consecuencia del tono expansivo de la edificación residencial. Por su parte, los servicios atenuaron su ritmo de crecimiento, tras incrementar su actividad en un 3,7% (tres décimas menos).

La actividad industrial mejoró en el primer trimestre como consecuencia de la aceleración de la actividad manufacturera (2%), en sintonía con la evolución del Indice de Producción Industrial y del Indice de Cifra de Negocios de la Industria. Por el contrario, el componente energético mostró un menor ritmo de avance, con un aumento del 3,9%.

El descenso del sector servicios se debe, según el INE, al menor impulso de las actividades orientadas al mercado, que crecieron un 3,7%, especialmente del transporte y la hostelería, condicionados a su vez por los datos menos positivos del turismo. Los servicios de no mercado, en cambio, mantuvieron su crecimiento (3,8%) en línea con la evolución de la remuneración de asalariados de las administraciones públicas.

CRECE EL EMPLEO Y SE MANTIENE LA PRODUCTIVIDAD.

En cuanto al empleo creado, el total de puestos de trabajo ocupados a tiempo completo en el primer trimestre del año aumentó un 3,2% (cifra idéntica a la del trimestre precedente), lo que supuso la creación de 575.000 nuevos empleos.

En concreto, el empleo en la construcción se desaceleró un punto, hasta registrar un aumento del 7,3%, mientras que se aceleró en el sector servicios (3,6% frente a 3,2%). Por el contrario, el empleo en las ramas primarias e industrial registró un crecimiento negativo del 1,1% y del 0,1%, respectivamente.

De esta manera, considerando de forma conjunta el crecimiento del PIB trimestral y el del empleo ocupado, la variación interanual de la productividad aparente del factor trabajo se situó en el 0,3%, la misma tasa que el trimestre anterior.

AUMENTO DE LA REMUNERACION SALARIAL.

Atendiendo a la distribución primaria de las rentas, la remuneración de los asalariados mostró un crecimiento del 6,3%, una décima más que en el periodo anterior, debido al repunte de la remuneración media (2,6% frente a 2,4%), sólo compensado parcialmente por el menor ritmo de avance del empleo asalariado.

Así, el coste laboral por unidad de producto se situó en el 2,3%, una décima más que en el trimestre precedente, pero dos puntos por debajo del deflactor del PIB.

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