
Esta semana, el economista jefe de la Agencia Internacional de la Energía realizaba unas declaraciones en las que afirmaba que el consumo de petróleo en los países desarrollados no alcanzaría nunca el nivel de 2006 y 2007, debido a la mejora en la eficiencia en su consumo.
Se trata de una buena noticia, pero si tenemos en cuenta el desarrollo imparable de las economías emergentes y sus necesidades de energía para este fin, nos daremos cuenta de que sigue siendo imprescindible la búsqueda de soluciones al problema energético.