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Mensaje optimista en el Salón del Automóvil de Detroit

Constructores del mundo entero llegados al Salón del Automóvil de Detroit (Michigan, norte de EEUU), que se abrió este lunes, muestran su optimismo para 2010, esperando olvidar el peor año para el sector en tres décadas.

"La frase 'un año hace la diferencia' nunca fue más adecuada", aseguró el presidente del Salón, Doug Fox, en la presentación a la prensa, que precede a la apertura al público de la exposición el jueves.

El año pasado, los estadounidenses General Motors (GM) y Chrysler debieron pasar por una reestructuración judicial después de ampararse en la ley de quiebras, período en el que las ventas de vehículos en Estados Unidos cayerom más de un 20%, a sus niveles más bajos en 30 años.

"Nadie quiere pensar en el año terminado, de modo que miremos hacia el año en curso", concordó Tony Swan, uno de los organizadores del salón, antes de entregar los premios de Automovil (IAUTO.MC)s y camiones del año, ambos otorgados al constructor estadounidense Ford por su Ford Fusion Hybrid y su camión Ford Transit Connect.

Tras una edición 2009 muy discreta, los 'stands' recuperaron cierto brillo.

Aunque ningún constructor espera un año de franca recuperación en 2010, el mercado debería sin embargo iniciar una lenta reactivación.

"No hay duda de que en el año pasado (la industria estadounidense) de alguna manera tocó fondo", admitió Bob Lutz, vicepresidente de General Motors (GM). "Este año vemos volver mucho optimismo", agregó.

El mercado mundial no será "sustancialmente diferente de 2009" y "mucho dependerá de la recuperación económica", según Christian Klingler, miembro de la directiva de Volkswagen. Pero se esperan alzas en China, actualmente primer mercado mundial y en Estados Unidos, estimó.

Los analistas concuerdan en un modesto incremento de ventas en Estados Unidos en 2010, previendo entre 11 y 12,5 millones de vehículos contra 10,6 millones en 2009.

Señal de los tiempos de crisis, algunas grandes marcas no acudieron a Detroit, como la japonesa Nissan, o redujeron su presencia, como Chrysler.

Por otra parte, señal del interés de los poderes públicos en el futuro del sector, después de miles de millones de dólares en fondos públicos invertidos para rescatarlo, muchos dirigentes políticos anunciaron su asistencia, principalmente la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y el delegado de la administración del presidente estadounidense, Barack Obama, para la recuperación del sector automovilístico, Edward Montgomery.

Los miembros de la administración destacan los cambios emprendidos por General Motors y Chrysler, grupos de los cuales se convirtió en accionista mayoritario.

"Hoy constatamos una nueva partida para la industria automotriz", afirmó el secretario de Transportes, Ray LaHood, en conferencia de prensa. "Cuando la gente vea los nuevos productos fabricados y expuestos, constatará que la industria automotriz fabrica vehículos que la gente quiere conducir", declaró previo a la apertura de la muestra.

Vehículos eficientes, que funcionan con energías nuevas y los automóviles pequeños concentran la atención en el salón, que exhibe unos 60 nuevos modelos, varios de ellos "vehículos de concepto" Cadillac (grupo GM), BMW y Toyota.

Ford presenta la nueva versión de su pequeño Focus, diseñado y comercializado a escala mundial y al que apuesta prioritariamente el segundo constructor estadounidense, particularmente en Asia, donde se orienta a China e India.

Como consecuencia de la crisis, los vehículos futuristas y espectaculares serán la excepción este año, pero los modelos de vanguardia de Cadillac y BMW son muy esperados.

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