Bolsa, mercados y cotizaciones

Los traders temen al futuro: compran opciones para protegerse de las caídas del S&P 500

Las perspectivas de muchos analistas, que consideran que en los próximos dos años puede producirse el mayor crecimiento de los beneficios de los últimos 15 años, no convencen a los traders. Así, en el mercado de derivados, la opciones para cubrirse ante posibles caídas del S&P 500 en 2010 están a un nivel de precios no visto en la última década. Wall Street podría vivir una nueva fiebre de salidas a bolsa tecnológicas.

Además, están un 22% más caras que los contratos a un mes, según datos de Bloomberg y Barclays. Esto "señala que hay mucha ansiedad sobre el futuro. Hay un sentimiento de urgencia que está haciendo que muchos deseen estar cubiertos ante lo que pueda pasar en 2010", explica Paul Britton, consejero delegado de Capstone Holdings Group.

La última vez que hubo tanta diferencia de precio entre el papel a un año y a treinta días sobre el S&P 500 fue cinco meses antes de que se produjera el estallido de las puntocom, que llevó al índice de referencia estadounidense a perder la mitad de su capitalización.

Salta la alarma de la volatilidad

La volatilidad implícita a un año, que se usa para calibrar el precio de las opciones, ha saltado en el S&P 500 hasta el 24,16%, por lo que las opciones a un año están 4,42 puntos por encima de los contratos a 30 días.

Este repunte se explica por las especulaciones de que la Reserva Federal (Fed) puede subir los tipos en 2010, lo que perjudicaría a las bolsas. Más de la mitad del mercado descuenta ya que el banco central hará su primer movimiento al alza en su reunión de junio, según datos de Bloomberg. A cierre de noviembre sólo lo esperaba el 31%, pero el dato de desempleo mejor de lo esperado que se conoció la semana pasada ha disparado todas las alarmas.

"80% de posibilidades"

"Aún hay cerca de un 80% de posibilidades de que haya un nuevo deplome en los mercados y otro susto en el crecimiento económico durante el próximo año", señala el gestor John Hussman, que añade que lo que terminará de poner punto y final al rally será el aumento de impagos que ya se están viendo en algunos préstamos, sobre todo los ligados a la propiedad comercial.

Así, la recesión podría volver a amenazar la economía mundial, por el proceso de reducción de endeudamiento de empresas y consumidores y por el riesgo de deflación, que seguirá siendo "una cuestión clave" en los próximos dos años, advirtió recientemente Albert Edwards, de Société Générale, en un informe en el que afirmaba que el parqué estadounidense volvería a caer por debajo de sus mínimos de marzo el año próximo.

Sea o no tan catastrofista el futuro, lo cierto es que la confianza de los inversores no está ni de lejos en su mejor momento. "Puedo entender por qué a largo plazo la gente sigue teniendo preocupaciones. No es nada fácil que vuelvan a sentirse cómodos en el mercado. Es lo mismo que sucede con los que sobreviven a un terremoto: cada temblor de tierra, aunque sea ligero, hace que vuelvan a correr hacia las colinas", sentencia David Kelly, estratega jefe de mercados de JPMorgan.

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