
Madrid, 22 oct (EFE).- La actividad turística en España cerrará 2009 con una caída del 5,6% del PIB turístico, el dato más desfavorable de la década y por noveno año consecutivo con una aportación a la economía española por debajo del promedio de los distintos sectores.
Asimismo, por segundo año consecutivo, el sector turístico no sumará en 2009 al crecimiento de la economía española, sino que restará, tal y como ya lo hizo al cierre del ejercicio pasado, cuando cayó un 1,6%.
Así lo indicó hoy el vicepresidente ejecutivo de la Alianza para la Excelencia Turística (Exceltur), José Luis Zoreda, tras explicar que la temporada de verano, la más importante en el sector, "no ha sido nada halagüeña" y que las señales de una posible recuperación aún son "muy débiles", para hacer acertijos sobre la evolución del turismo español en 2010.
Aunque entre julio y septiembre se han moderado ligeramente los ritmos de caída de la actividad turística, al pasar de un descenso del 6,6% del segundo trimestre a uno del 5,7% en el tercero, se ha logrado a costa de una fuerte reducción de precios.
La deflación de precios del turismo se sitúo en verano por encima de la que sufre la economía española, al reducirse un 5,8% en el sector hotelero, un 1,3% en el del transporte aéreo y un 2% en el de viaje organizado, frente al 1,1% del IPC general.
La intensa y generalizada caída de ventas y resultados del sector turístico en verano ha llevado a un buen número de empresas a bordear o entrar en números rojos en el último trimestre de 2009.
Las rebajas de precios han estimulado la demanda interna, que ha respondido en verano mejor que la externa, que ha retrocedido a cifras de hace cinco años (con un 10% negativo) y no sólo se ha reducido en los dos principales mercados emisores, Alemania y el Reino Unido, sino también un 7% en los países nórdicos y casi un 23% en los del Este.
El comportamiento del turismo extranjero en España ha sido peor que en otros destinos mediterráneos que compiten con nuestro litoral e islas en el segmento de sol y playa (una bajada del 11,4%), ya que algunos de ellos como Marruecos o Turquía incluso han registrado crecimientos en relación a 2008, del 2,5% y del 0,9%, respectivamente.
Las comunidades más afectadas durante el verano han sido Baleares, Canarias y Madrid, al depender del turismo foráneo, mientras que la demanda interna ha favorecido a Navarra, La Rioja, Cantabria y Cataluña.
El recorte en el presupuesto de los viajes de los españoles se ha traducido principalmente en el repunte de la demanda nacional a destinos de mayor proximidad y el predominio del vehículo privado como medio de transporte, además de la multiplicación de compras de último minuto para favorecerse de las sustanciales ofertas y descuentos.
Los españoles, que en los últimos seis años han empezado a viajar cada vez más al extranjero, en 2009 han disminuido sus desplazamientos fuera de España un 11% respecto al año anterior.
Por todo ello, los subsectores que más han sufrido en verano han sido las compañías aéreas y hoteles urbanos más vinculados al turismo de negocio, las agencias de viajes independientes y los hoteles localizados en destinos vacacionales más dependientes de la demanda extranjera.
La ocupación hotelera se ha situado en un 61% en la temporada de verano, 10 puntos por debajo de cifras de hace 10 años y 6 puntos por debajo de hace dos.
Por el contrario, las grandes empresas de alquiler de coches, gracias a la escasez de la oferta de vehículos en el mercado, y los parques de ocio vinculados a la demanda española de proximidad han conseguido salvar sus resultados.