
El calor de la llama olímpica ya se deja notar en Brasil. Aunque aún quedan siete años para que el fuego luzca en el pebetero del Estadio de Maracaná, la designación de esta ciudad como sede de los Juegos de 2016 está calentando el ambiente... en el mundo de los negocios.
Desde que el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Jacques Rogge, desveló el resultado de la votación, la actividad corporativa se ha intensificado en los mercados brasileños. Y en esa samba empresarial las compañías españolas han desempeñado un papel protagonista.
Empiezan a moverse
La aseguradora Mapfre (MAP.MC) se destapó el martes con un acuerdo con Banco do Brasil, unas de las mayores entidades brasileñas, mediante el que podrá distribuir sus productos a través de su red de oficinas. Aunque los títulos de la española bajaron ayer un 2,1%, resultó mayor el impacto inicial, puesto que su cotización se disparó el martes un 6,4%.
Ayer llegó el turno de las dos empresas españolas con mayor valor bursátil. Santander (SAN.MC) culminó el salto al parqué de su filial en el país latinoamericano -ver página 10-, mientras que Telefónica (TEF.MC) sorprendió con una oferta de compra sobre la brasileña GVT.
Estos movimientos acompañan al impacto alcista que la designación está teniendo en las acciones de compañías como constructoras, infraestructuras, eléctricas o de alquiler de coches. "Los inversores están valorando ahora los beneficios de los Juegos Olímpicos", aseguró Felipe Casotti, gestor de Maxima Asset Management, en declaraciones a Bloomberg.
Los inversores lo celebran
¿Recuerda la gran celebración que copó la playa de Copacabana cuando el presidente del COI pronunció Río de Janeiro como futura sede olímpica? Pues, quizá, entre las miles de personas que se agolparon en la paradisiaca playa también hubiera algún inversor de fondos. Razones tienen de sobra.
Ya las tenían incluso antes de que se conociera que Brasil albergaría los Juegos Olímpicos de 2016, pero ha sido la victoria olímpica lo que ha posibilitado que muchos fondos ya puedan presumir de haber duplicado su valor este año. Y eso sin beneficiarse del tirón que ha experimentado el real brasileño (se ha apreciado un 23,80 por ciento frente al dólar). HSBC Brazil Equity A, CAAM Funds Brazil C y Santander Brazilian Equity B (el único de una gestora española que invierte en Brasil), lo demuestran.
Conviene destacar el comportamiento del fondo de la gestora británica, ya que no sólo se conforma con duplicar su valor, sino que además añade a ese cien por cien una rentabilidad del 20%. Además, y exceptuando el año pasado, el resto de sus cinco años de vida ha obtenido rentabilidades anuales superiores al 35%. Sus principales posiciones están en sectores cíclicos, es decir, ligados al crecimiento económico.
Pero la bolsa brasileña también ha favorecido a otros inversores que, por aquello de no meter todos los huevos en la misma cesta, han destinado sólo una parte de su cartera al mercado brasileño, como es el caso de los fondos que invierten en bolsa latinoamericana o los BRIC (Brasil, Rusia, India y Corea). Eso sí, casualidad o no, lo cierto es que los que más ganan este año sobreponderan a Brasil en sus carteras.
Sin embargo, es precisamente el rally experimentado por la bolsa brasileña- su principal índice, el Bovespa, gana un 66,09% en euros y un 107,41% en moneda local-, que muchos hablan ya de corrección. Geoff Dennis, estratega de Latinoamérica, discrepa: "Aún es posible que ganen más".