
Ya llegó el gran día. Hoy se conocerá qué ciudad albergará los Juegos Olímpicos de 2016. Se sabe quienes son las candidatas, el lugar y la hora de la elección. Todo excepto el nombre de la elegida, cuyo mercado podría sacar partido de la decisión y frenar la corrección que está sucediendo.
La decisión del COI se conocerá a las 18:30 (hora española), con el mercado español cerrado, así que sus inversores tendrán que esperar a la próxima semana para ver las repercusiones. Lo mismo le ocurrirá a Japón. Sin embargo, las bolsas de Chicago y Brasil podrían celebrar su elección hoy mismo, si es que resultan elegidas, por todo lo alto.
La experiencia de EEUU
Dicen que la experiencia es un grado y si así fuera Estados Unidos tiene mucho ganado, ya que ya ha albergado unos Juegos Olímpicos y sabe de sobra la rentabilidad que supone para la ciudad en cuestión. De hecho, Atlanta tiene a día de hoy 280 negocios internacionales más que antes de convertirse en sede olímpica.
Por eso, Chicago y el Estado de Illinois podrían beneficiarse enormemente de esta oportunidad. Según un estudio realizado por la consultora Tootelian & Associates a petición de la delegación de Chicago 2016, el Estado podría llegar a registrar un beneficio que alcanzaría los 22.500 millones de dólares, de los cuales 8.400 millones de dólares estarían producidos por empresas directamente relacionadas con la organización de los Juegos y otros 11.800 millones de dólares por el consumo en distintos sectores desde el minorista, inmobiliario hasta el bancario o las aseguradoras.
Por supuesto, acoger tan esperado evento también subsanaría una de las grandes heridas de la región: el desempleo. Se especula con que la organización de los Juegos Olímpicos de 2016 podría llegar a crear hasta 315.000 puestos de trabajo, de los cuales 172.000 estarían localizados en la propia ciudad de Chicago. Los sectores más favorecidos en este sentido serían la construcción y el hostelero.
Sin embargo, la preparación y organización del famoso evento también supondría una inversión tanto para la urbe como para el Estado, que tendrían que invertir alrededor de 4.700 millones de dólares. Asimismo, la construcción de la Villa Olímpica ascendería hasta los 1.200 millones de dólares, mientras que la planificacion y organización de los eventos sumaría en total otros 2.400 millones de dólares.
Despegue económico
Aunque la concesión a Tokio de los Juegos Olímpicos de 1964 marcó entonces el despegue económico de Japón, esta vez no parece que vaya a tener un impacto relevante en el mercado.
Después de estudiar la evolución de 30 valores de la Bolsa de Tokio que serían beneficiarios directos si la capital nipona resultara elegida, Merrill Lynch Japan Securities llega a una conclusión tajante: no parece que los movimientos de precio estén influenciados por el factor olímpico, apunta en un informe reciente.
Sin embargo, ello no significaría que las empresas vinculadas a Tokio 2016 no vayan a beneficiarse si la ciudad nipona resulta elegida. Merrill Lynch apunta que algunas compañías ligadas a los JJOO de Nagano'98 se dispararon un 50% en bolsa. La elección de Tokio sí podría tener un impacto en términos de confianza. Especialmente, teniendo en cuenta que Japón trata de salir de la peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial y que, desde que estallaran las burbujas bursátil e inmobiliaria en los noventa vive una lenta, pero inexorable decadencia.
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Fuente: elaboración propia con datos de FacSet.