El tribunal de quiebras de Nueva York aprobó en la noche del domingo un plan de reestructuración para el gigante del automóvil estadounidense General Motors que implica vender sus activos sanos a un 'nuevo' GM con respaldo del gobierno.
La transacción "está aprobada", escribió el juez Robert Gerber en su fallo de 95 páginas.
La decisión ocurre tras un proceso judicial muy corto, ya que General Motors se había declarado en quiebra hace apenas cinco semanas, el 1 de junio. Los debates en el tribunal de quiebras de Nueva York sobre este plan de reestructuración habían terminado el pasado jueves.
La 'nueva' GM pertenecería en un 60,8% al Estado estadounidense, en un 11,7% al Estado canadiense y en un 17,5% al sindicato estadounidense UAW. Los acreedores poseerán el 10% del capital a cambio de la anulación de 27.000 millones de dólares de deuda.
Los activos no retomados serán liquidados por la justicia.
"Creemos que la venta será completada inmediatamente cuando se agote el plazo de la apelación el fin de semana", dijo el director general Fritz Henderson en el blog oficial de la compañía, indicando que el grupo estará de inmediato "operativo y plenamente competitivo".
El proceso judicial de hecho no se terminó por completo: el juez dio cuatro días a los que se oponen al plan para apelar.
Liberado de sus sectores con mayores pérdidas, como sitios no rentables y prestaciones sociales que desequilibraban su balance contable, el grupo tendrá ahora que poner a prueba su viabilidad en un mercado automotor estadounidense que sigue en crisis.
GM, que llegó a ser la mayor empresa del mundo, acumuló 88.000 millones de dólares de pérdidas entre 2005 y el primer trimestre de 2009, y debe su supervivencia al aporte de 50.000 millones de dólares del Estado federal de Estados Unidos.
En su decisión, el juez Gerber indicó que examinó unas 850 objeciones al plan de reestructuración, planteadas por accionistas, acreedores y retirados del grupo, y concluyó que no eran válidas.
Subrayó la urgencia de actuar, afirmando que "otras soluciones diferentes a una venta serían infructuosas y no ofrecen ninguna esperanza de éxito". "GM es insolvente sin esperanzas, y no se puede hacer nada más para los accionistas. Y si GM es liquidada, no solamente no habrá nada más para los accionistas; tampoco habrá nada para los acreedores de la deuda garantizada", consideró.
Recordó que al 31 de marzo el ex número uno mundial del sector del automóvil tenía 82.000 millones de dólares de activos y 172.000 millones de deudas. "Si GM es liquidada, el valor de sus activos tras la liquidación (...) ascendería a menos del 10% de esos 82.000 millones de dólares", estimó.
Además, insistió, "no hay socio dispuesto a una fusión, un comprador o inversor deseoso y capaz de retomar la actividad de GM. Aparte del Tesoro de Estados Unidos (y el Estado canadiense), no hay acreedores deseosos y capaces de financiar la reanudación de las operaciones de GM".
El tribunal también rechazó el argumento de que los poderes públicos podrían haber tratado injustamente a los acreedores privados, "que fueron ayudados y no lesionados por los esfuerzos del Tesoro".
El juez indicó que basó su decisión en la misma jurisprudencia que la estudiada en el caso Chrysler, otro constructor reestructurado bajo supervisión judicial un mes antes. En el caso Chrysler, la decisión del juez de quiebras fue objeto de recursos antes de ser ratificada por el Tribunal Supremo después de ocho días.
Relacionados
- El juez de quiebras da 4 días para apelar el plan de General Motors
- El Tribunal de Quiebras de Nueva York da vía libre a la nueva General Motors
- El juez aprueba el plan de restructuración de General Motors
- Economía/Motor.- (Ampliación) El juez da 'luz verde' a la nueva General Motors
- El juez da 'luz verde' a la nueva General Motors