
El mercado le ofrece la posibilidad de proteger sus acciones ante la posibilidad de que la marea bursátil de este verano se lleve por delante las plusvalías de los últimos meses. La sombrilla, la cremita, la tumbona, el gorro, las chanclas, la nevera, la colchoneta... María, ¿falta algo? Pues, ¡claro! ¡El flotador, Pedro, el flotador!".
Este verano ningún inversor que quiera zambullirse en las aguas bursátiles debería hacerlo sin estar protegido. Después de que las bolsas hayan subido más de un 40% desde los mínimos anuales y se encuentren cerca de su nivel más alto de 2009, los expertos consideran que la marea del mercado puede dar algún que otro revolcón a los inversores en los próximos meses, por lo que es necesario estar protegido.
Pero esto no es ningún problema. Los mercados ofrecen una serie de posibilidades para mantener sus acciones a flote este verano y evitar que una posible oleada vendedora arrase con las ganancias cosechadas estos últimos meses. Para ello, hay varios productos que le permitirán ponerle los manguitos adecuados a sus títulos en los próximos meses. Son los derivados. ¡Tranquilo, porque estos productos son más sencillos de lo que parecen! Con estos contratos, usted puede poner a salvo sus cotizaciones pagando una pequeña cuantía o dejando unas determinadas garantías a su entidad.
El más sencillo
Los más conocidos por los inversores son los futuros. Cuando el inversor adquiere o vende un futuro, lo que está haciendo es, como bien dice su nombre, comprar o vender una acción en el futuro. Pero, ¿para cuándo? Siempre que usted utiliza este tipo de contrato sobre una acción le caducará el tercer viernes de cada trimestre. Así, el próximo vencimiento será 18 de septiembre y el siguiente, el 18 de diciembre. Sobre el Ibex 35 existen futuros en todas las empresas menos en Técnicas Reunidas y OHL. Fuentes del mercado afirman que para que existan derivados sobre una compañía debe haber interés de los propios miembros del parqué. Sin embargo, parece que hay poco apetito de cobertura en estas dos empresas, que suben más de un 30 por ciento en 2009.
Recuerde que con sólo un futuro cubre 100 acciones -como norma general-. Siempre que compre este contrato debe dejar un dinero en garantía, que está ligado a lo volátil que sea esa empresa en el parqué. Por ejemplo, para Telefónica se pide el 10 por ciento de la inversión, mientras que para BBVA las garantías se sitúan en el 18 por ciento. De esta forma, si usted quiere comprar un futuro sobre Telefónica, a 16,5 euros por acción, sólo tendría que dejar en su entidad 165 euros (como ya sabe un futuro le permite cubrir 100 acciones). En este sentido, debe tener en cuenta que con los futuros, cada día su broker le quita o suma las pérdidas o ganancias de su cuenta.
Este producto le interesa porque le protege de las posibles caídas que puedan tener sus títulos. Pero, ¿cómo se realiza la cobertura? Usted tiene que realizar lo contrario a lo que tenga en mercado. Si tiene compradas acciones, tiene que vender los futuros para poder cubrirse. De esta forma, tendría un activo que compensa los posibles descensos que tenga en el contado. ¿Y qué gana? No tener pérdidas ilimitadas. Recuerde que lo que pierda por el lado de las acciones, lo gana con los futuros, y al contrario.
A la hora de adquirir este contrato, es importante también saber que el futuro debe tener un precio ligeramente superior al de mercado. Piense que va a tener que dejar un dinero depositado como garantía que no le renta, por lo que la diferencia entre el precio del futuro y la acción será el coste de los tipos de interés.
Más opciones
Otra de las posibilidades para quedarse tranquilo son las opciones. Prácticamente es como contratar un seguro de coche. Usted paga a la empresa todos los años para que le cubra ante cualquier incidencia. Si ocurre algo, la aseguradora le cubre. Si no pasa nada, usted pierde el dinero que pagó por el seguro, pero está tranquilo.
Pues la opciones son prácticamente lo mismo. Se trata de una operación en la que si no ocurre lo que usted prevé, pierde la prima, pero si pasa, usted gana. Aquí el comprador de la opción tiene la posibilidad, pero no la obligación -como en los futuros-, de adquirir o vender los títulos a un precio fijado con anterioridad, pagando una pequeña cuantía, llamada prima. Al igual que en los futuros, las opciones vencen el tercer viernes de cada trimestre. Ahora existen opciones sobre 33 de las compañías del principal índice español. Tan sólo no están cubiertas Técnicas Reunidas y OHL. La ventaja de este producto es que al comprar una opción, el inversor tiene un riesgo limitado. Es decir, su máxima pérdida se limita al precio pagado por la opción mencionada, la conocida prima.
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