
La guerra comercial está causando un daño en la economía que eleva la incertidumbre de los inversores. Pero las políticas de Donald Trump también están provocando un efecto negativo en el mercado estadounidense que está provocando el éxodo de las inversiones extranjeras en Estados Unidos y la caída del dólar estadounidense. Las oportunidades para obtener rentabilidad en el año se acaban, según apuntan desde la gestora de activos Carmignac. No obstante, desde la firma aún creen que se puede sacar rendimiento al 2025 siendo selectivos.
Los bonos estadounidenses no se están comportando como la deuda europea. Los principales índices de Wall Street apenas avanzan en el año mientras que hay selectivos europeos, como el Ibex 35, que sacan más de un 20% desde el primero del año. El mercado presenta asimetrías por geografías y eso responde, principalmente, a la guerra comercial y a las posibles implicaciones en la economía global una vez comiencen a imponerse las restricciones arancelarias recíprocas.
Al daño no escaparía ni Estados Unidos, según la gestora. El impacto arancelario podría restar un 1,1% al crecimiento e incrementar la inflación en un 1,7%, según las previsiones del economista jefe de Carmignac, Raphaël Gallardo si la tarifa media se sitúa en el 15,1% como estiman en su escenario base, que implicaría alcanzar niveles no vistos desde antes de 1950.
Durante la primera mitad del año, Estados Unidos no se comportó como se esperaba, a juicio de la gestora. "El principal emisor de divisas de reserva del mundo se comportó como un mercado emergente", explica el miembro del comité de inversión de Carmignac, Kevin Thozet. Y es que, en lo que va de 2025, los días en los que Wall Street, el dólar estadounidense y los bonos soberanos del país cayeron de manera simultánea es el más alto desde 1987. Y todavía estamos a mitad del año por lo que anualizando el resultado el escenario podría ser incluso peor.
Las políticas de Donald Trump, los altos rendimientos de los bonos a largo plazo y una reversión de las tendencias del dólar son motivos para tener miedo. Sin embargo, desde Carmignac destacan la gestión activa para superar este entorno de incertidumbre y volatilidad. "Existe un camino para que los activos de riesgo suban, un camino estrecho pero por el cual sí se puede superar el muro de la preocupación", comenta Thozet.
En el mercado de renta fija sugieren precaución por el lado estadounidense y porque el presupuesto de Estados Unidos exige más deuda a largo plazo, lo que afectará al rendimiento de los bonos de mayor duración. Así, destacan que la deuda europea a corto plazo es más atractiva por la menor presión inflacionaria que permitirá al Banco Central Europeo seguir con su política de recortes de tipos en el resto del año. No obstante, al esperar también una postura más reactiva de la Reserva Federal de Estados Unidos en el medio y largo plazo, desde Carmignac también se fijan en la deuda estadounidense entre los tres y cinco años de duración. "Los rendimientos en algunos mercados crediticios ofrecen una isla de certeza en un mar de incertidumbre", apuntó el miembro del comité inversor de la gestora.
Los expertos de la firma también se hacen eco de la teoría de la sonrisa del dólar, que viene a ejemplificar cómo el dólar estadounidense funciona mejor cuando la economía estadounidense crece rápidamente y cómo cae y dibuja una curva (una sonrisa) en los periodos en los que el temor a recesión aumenta. Es el escenario con el que se especula ahora, dado que el riesgo de ver a la economía de referencia para Occidente entrar en una recesión es del 40%, según Bloomberg. En este punto, desde Carmignac consideran que el euro y el yen japonés jugarán un papel clave como activo refugio. "Estas divisas deberían beneficiarse de una mayor repatriación de inversores no estadounidenses que tenían su dinero en activos del país", explica Thozet. En divisas emergentes, desde la gestora ven atractivo al real brasileño y al peso chileno.
"La bolsa europea está infravalorada y subestimada"
La tendencia del primer semestre del año en el mercado de renta variable fue clara: Wall Street apenas sube en 2025 mientras que la bolsa europea coge fuerza. Una de las explicaciones es la repatriación de inversores desde Estados Unidos hacia las cotizadas del Viejo Continente. No obstante, también hay oportunidades incluso en el mercado norteamericano. El responsable de inversiones en la firma considera que el gasto de capital en el sector tecnológico junto a la creciente demanda de la inteligencia Artificial beneficiará a las empresas más expuestas del sector. "Hay que ser selectivos porque las valoraciones actuales determinarán el rendimiento de la inversión. Preferimos hardware y grandes compañías de servicios en la nube así como actores chinos que están demostrando avanzar de imitadores a líderes del sector", apuntan desde Carmignac.
Por otra parte, las acciones europeas así como los mercados emergentes están "infravalorados y subestimadas". Esto, en un entorno en el que el estímulo fiscal en Europa se mantendrá en el tiempo y con una flexibilización monetaria casi terminada dan un punto de acceso atractivo para la renta variable europea, apuntan desde Carmignac. "Y en los mercados emergentes nos inclinamos hacia actores nacionales que operan en sectores poco penetrados como el comercio electrónica y banca, especialmente en latinoamerica", apunta Thozet.