
Una vez que ha terminado la temporada de resultados del primer trimestre y la crisis de los aranceles de Donald Trump se ha calmado un poco, el mercado está volviendo a poder calibrar dónde están las expectativas y eso se está reflejando en la evolución reciente de las principales plazas bursátiles del mundo.
En este contexto, en las últimas semanas hemos visto cómo Wall Street ha logrado borrar todas las pérdidas derivadas del Día de la Liberación de comienzos de abril. Merced a eso, ha podido maquillar su balance anual y acercarse a las tablas. A este lado del charco, la foto es distinta ya que el desplome del comienzo de abril borró todas las ganancias acumuladas, las cuales ahora ha recuperado por completo hasta rozar de nuevo los máximos históricos alcanzados en marzo.
El mercado, por tanto, no tardó en reajustarse una vez que Donald Trump anunció la tregua arancelaria para negociar los acuerdos comerciales con sus principales socios económicos. Así, tanto el S&P 500 como el EuroStoxx 50, en apenas unas semanas, han borrado por completo las pérdidas sufridas en los primeros días del mes pasado, recuperando niveles de cotización y sus múltiplos de valoración. Así, ambos índices han borrado por completo el descuento con el que han estado cotizando frente a su PER medio de los últimos cinco años.
En el caso del S&P 500, acumula un rebote de más del 16% desde los mínimos de abril, con lo que ha pasado de exigir un PER (veces que el beneficio se recoge en el precio de la acción) de menos de 19 veces, con un descuento amplio frente a su media, a las 22 veces actuales, un 1,8% por encima de las 21,6 veces que ha promediado desde 2020.
"Hasta que hemos vivido un factor desestabilizador con los aranceles de Trump, el mercado aun con la percepción de una bolsa americana cara, ha continuado siendo el destino de gran parte de la inversión extranjera pese a que Europa tenía unas valoraciones mucho más baratas", explica Ignacio Albizuri, director de mercados de Miraltabank. "Y no ha sido hasta este inicio de 2025 cuando el mercado a nivel internacional se ha fijado en las oportunidades no cotizadas en precio", agrega.
"El S&P 500, además de cotizar por encima de su media de cinco años, presenta otros indicadores en la misma línea como el índice Buffett [que compara el valor de la bolsa con el PIB], que ronda el 190%, una zona que históricamente se asocia a sobrevaloración moderada, lo que refleja que los inversores ya descuentan que la Fed empezará a bajar tipos y que las empresas seguirán subiendo beneficios pero si estos supuestos se retrasan, el margen para que los multiplicadores sigan subiendo es limitado", arguye Albizuri.
Más prima en Europa
En Europa, que partía de niveles más altos en lo relativo a lo que va de año, su PER llegó a caer por debajo de las 13 veces en abril frente a las 15,5 actuales. Tras rebotar un 20% desde entonces, el multiplicador de beneficios de cara a este año supone una prima de algo más del 3% con respecto al promedio de 15 veces de los últimos cinco ejercicios.
En Generali Investments, pese al rebote bursátil europeo, se muestran optimistas con la renta variable por distintos factores: "un elevado flujo de caja libre, escasas salidas a bolsa, elevado impulso de las recompras, elevada liquidez en el mercado y el apoyo en la política económica alemana y china". "Pensamos que las valoraciones merecen rentabilidades totales decentes en el futuro también gracias al crecimiento positivo de los beneficios", agregan.
Albizuri apunta que "en Europa la situación es más cómoda, lo que deja cierto colchón para que las valoraciones repunten si el BCE baja tipos y la economía mejora". "Dicho de otra forma: la bolsa estadounidense está algo exigente y necesitará resultados fuertes para seguir subiendo mientras que la europea, en cambio, sigue teniendo recorrido mientras la recuperación no descarrile", concluye el experto de Miraltabank. Desde Buy & Hold, Antonio Aspas, socio fundador y consejero de la gestora, admite que "hay escaso margen de revalorización para ambos índices" pero, por contra, "una buena parte de sus avances puede atribuirse a unos pocos valores dentro de sus cestas, por lo que aún podrían verse avances impulsados por algunos valores más rezagados".
"Evidentemente habría sido un acierto invertir hace unas semanas con las caídas de mercado, pero hay que recordar que la renta variable es el activo líquido tradicional más rentable en el largo plazo y que la economía mundial crece en el largo plazo, con incremento de los beneficios, con lo que determinar en qué momento se invierte en bolsa no es tan importante como lo es el seleccionar qué sectores de la economía son lo que tienen mejores perspectivas de crecimiento sostenido a futuro", arguyen desde CBNK Gestión de Activos.
En lo referente a esta última temporada de resultados, las empresas han batido las expectativas de los analistas tanto en ingresos como en beneficios y este es uno de los factores que claramente han apoyado la fuerte recuperación de las bolsas en este último mes y medio. "Sin embargo, ni los bonos ni el dólar han vuelto a la zona previa mientras que oro está muy por encima de esos niveles, lo que indica que los riesgos persisten y consideremos que los niveles actuales en bolsa invitan a la prudencia", expone Natalia Aguirre, jefa de análisis de Renta 4. "Esto no quiere decir que los mercados no puedan seguir haciéndolo bien, pero dependerá de los avances que se vayan logrando en materia de acuerdos comerciales, así como de la situación en Ucrania", concluye la experta.
"Que estén cotizando ambos índices con prima frente a su PER medio reciente no implica que estén caros o que el mercado esté complaciente ya que parte de esta expansión se debe a unas expectativas de beneficios resilientes y un entorno macro más estable que incrementa el apetito por el riesgo", termina Giorgio Semenzato, CEO de Finizens.