CaixaBank, como el resto de entidades bancarias europeas y españolas, se han beneficiado de un renovado ciclo de tipos altos durante los últimos años después de que el Banco Central Europeo, tras más de una década de política ultraexpansivas, tuviese que salir a atajar el incremento de inflación sobrevenido tras la crisis de la pandemia. Esta coyuntura ha sido aprovechada por CaixaBank para mejorar la salud de su negocio, diversificarlo hacia otras fuentes de ingresos menos cíclicas e incrementar la capitalización en su balance.
De cara al interés del accionista, el dividendo siempre ha sido uno de los grandes atractivos que ha ofrecido el banco catalán, dando, en muchas ocasiones, los pagos más rentables de toda la bolsa española. En su plan estratégico hasta 2027, contemplan repartir cada año entre un 50 y un 60% del beneficio neto además del exceso de capital de la entidad, lo que implica una rentabilidad entre el 6 y el 7%. "Exactamente. Lo haremos a través de dos pagos ordinarios además de una distribución extraordinaria del exceso de capital que tengamos por encima de un determinado umbral de capital, que en 2025 hemos fijado en el 12,25% y que en 2026 y 2027 subirá hasta el 12,5%", explica Meritxell Soler, directora de Relación con Accionistas de la entidad. "Este exceso de capital se puede repartir con un dividendo extraordinario o a través de una recompra de acciones", agrega. La rentabilidad, como es lógico, dependerá del precio de la acción en cada momento y del resultado del grupo.
No es el dividendo la única forma en la que CaixaBank trata de aportar valor a sus accionistas ya que también lo hacen "aportando información y formación a través de informes, newsletters, información en redes sociales, la web y otras ventajas financieras como la gratuidad en la custodia de acciones, descuentos en compras de otros productos... etcétera", expone la directiva. "También tenemos un órgano que se llama Comité Consultivo de Accionistas, formado por 12 minoritarios, representativos de la base accionarial que tenemos y nos sirve para medir y consultar cómo nos perciben y la fluidez de la comunicación con el accionariado en general", agrega. "La formación financiera la hacemos a través del programa AULA, dirigido hacia la sociedad en general utilizando cursos presenciales, webinars financieros, podcasts, comics, un glosario o vídeos, todos orientados a que las personas puedan tomar sus decisiones de inversión de la forma más responsable posible", concluye sobre esto.
Buen momento en bolsa
El año pasado fue especialmente bueno para todo el sector y eso se vio reflejado en el parqué. CaixaBank, en particular, se revalorizó algo más de un 40%. Sin embargo, este año, que comenzaba con algunas dudas sobre el entorno del sector, también ha comenzado con muy buen tono más allá del susto bursátil provocado por la guerra comercial de Trump al inicio de abril. Así, los títulos de Caixa este año repuntan cerca de otro 40%, llegando a haber tocado máximos históricos en la zona de los 7,5 euros, lo que implicaba superar los 50.000 millones de euros de valor bursátil.
"Es cierto que el recorrido de CaixaBank está siendo muy bueno tanto en 2024 como en lo que va de 2025 pese a la incertidumbre que tenemos todo en mercado, lo que pone de manifiesto que los inversores confían en el modelo de negocio de CaixaBank", sugiere Soler. "Estamos cotizando con unos múltiplos por encima de los de nuestros comparables tanto si lo miramos sobre el valor contable como si lo miramos en términos de beneficios y esperamos que continúe así, que los inversores sigan viendo que estamos haciendo las cosas bien y seguimos cumpliendo con nuestro plan estratégico, siendo capaces de generar esta rentabilidad sostenible en el tiempo, que es nuestra prioridad", concluye la directiva de la entidad.