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Hacia un sistema agroalimentario español sostenible

  • Nueva entrega de 'Los Análisis de la Sostenibilidad' de CFA Society Spain
  • España tiene ante sí una gran oportunidad de crecimiento y un desafío
Imagen: Alamy.

"Es imperativo actuar con urgencia en tres áreas clave: la primera es invertir masivamente en sistemas alimentarios sostenibles, equitativos, saludables y resilientes". Estas palabras de António Guterres, Secretario General de la ONU, en julio de 2023, resuenan con más fuerza que nunca en un momento de grandes desafíos globales. El sector agroalimentario tiene una oportunidad única de ser parte de la solución para todo nuestro continente, como impulsor de crecimiento económico y de impactos social y medioambiental positivos. Visite elEconomista ESG, el portal verde de elEconomista.es.

En el reciente II Evento de Sostenibilidad que organizamos desde el Comité de Sostenibilidad de CFA Society Spain, tuvimos el gusto de contar, entre otros, con grandes expertos del sector agroalimentario, como la Excma. Sra. Isabel García Tejerina, exministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, y Roberto Vitón, CEO de Valoral Advisors, asesor de, entre otros, algunos de los principales inversores mundiales en el sector agroalimentario mundial, como los fondos soberanos de Oriente Medio y los grandes fondos de pensiones canadienses. Una de las principales conclusiones fue que el sistema agroalimentario español tiene ante sí una gran oportunidad de crecimiento y el desafío de hacerlo de manera sostenible. España es un referente mundial en la producción agroalimentaria. Destaca como líder europeo en varios productos clave, como frutas, verduras, aceite de oliva, cítricos y mariscos. Le puede interesar: agricultura, producir más con menos o desaparecer.

A nivel global, ocupa la décima posición como potencia agroalimentaria, genera el 12% del Valor Añadido Bruto (VAB) de las empresas agroalimentarias de la UE, gracias a sus más de 30.000 empresas del sector, que generan más de 500.000 empleos y una balanza comercial positiva de más de 15.000 millones de euros. Sin embargo, a pesar de ser un pilar fundamental de la economía española, el sector presenta un panorama desigual: solo un 1% de las grandes empresas generan actualmente el 42% del VAB, mientras que más del 73% del sector está compuesto por pequeñas y medianas empresas (PYMEs), que se enfrentan a un desafío existencial: el 60% pertenecen a personas mayores de 60 años y la mayoría carecen del relevo generacional necesario para mantener su actividad a futuro. Lea también: agricultura presenta la estrategia que quiere garantizar la soberanía alimentaria española.

Las PYMEs son claves para impulsar el sector

España se distingue por tener un mercado de PYMEs muy robusto. Las PYMEs representan el 60% del VAB del país, por encima del 52% de la media de la UE. Sin embargo, muchas de estas empresas enfrentan retos importantes para acceder a recursos de financiación suficientes, lo que limita su capacidad de expansión. La falta de un relevo generacional genera una oportunidad para los inversores dispuestos a apostar por el crecimiento y la transformación de estas empresas.

En España varios inversores institucionales hemos identificado la oportunidad y desde Impact Bridge hemos unido esfuerzos junto a inversores institucionales públicos (CDTI y Fondo Europeo de Inversiones), privados (CaixaBank, Tikehau Capital), fundaciones y numerosas familias líderes del sector para dar solución a esta situación.

La oportunidad de la agricultura sostenible

El mercado agroalimentario de la Unión Europea ha mostrado un crecimiento anual sostenido y estable del 2,9% en los últimos 20 años. Incluso en tiempos de crisis, como la crisis financiera global, o la pandemia del COVID-19, tuvo un buen comportamiento relativo. En este contexto, identificamos una gran oportunidad para transitar hacia un sistema alimentario sostenible, definido como aquél que genera simultáneamente impactos económico, social y medioambiental positivos.

Además de ser rentable, puede contribuir a reducir la huella de carbono, mejorar la calidad y la gestión del agua y el suelo, mejorar la salud animal y reducir significativamente el desperdicio alimentario. La demanda de productos sostenibles, como los alimentos orgánicos, crece a muy buen ritmo: en los últimos años, la superficie cultivada orgánicamente en la UE ha aumentado del 6% en 2012 al 10% actual y este cambio de paradigma viene impulsado por una serie de megatendencias estructurales:

  • Dietas más saludables: con el aumento del interés por una alimentación más saludable, la demanda de productos frescos, locales y sostenibles se ha disparado.
  • Proteínas alternativas: el desarrollo de nuevas proteínas basadas en plantas responde tanto a la creciente demanda ética como medioambiental.
  • Tecnología e innovación: la automatización, la agricultura regenerativa y de precisión, que transforman los métodos de producción, reducen la necesidad de mano de obra intensiva y eficientan el uso de recursos naturales.
  • Rediseño de la cadena de suministro: el sector está en plena transformación de la forma en la que los alimentos llegan al consumidor, mediante una logística optimizada y un menor impacto medioambiental.
  • Sostenibilidad en el embalaje: la innovación alcanza también a los métodos de envasado y etiquetado, que minimizan los residuos y mejoran la eficiencia de los recursos.

Impacto positivo en la sociedad

El 74% de las industrias de alimentos y bebidas están ubicadas en las zonas rurales en España y son por tanto cruciales para su sostenibilidad. En muchas regiones rurales, la industria agroalimentaria representa más del 16% del Producto Interior Bruto (PIB), mucho más que el 10% que supone a nivel nacional. Además, genera el 17% del empleo rural. Sin embargo, la despoblación rural y el envejecimiento de la población han afectado negativamente al sector, al reducir la disponibilidad de mano de obra y servicios. La industria agroalimentaria tiene el potencial de ser una herramienta poderosa para revitalizar estas áreas y generar nuevas oportunidades para el desarrollo económico y social en el medio rural.

Un reto y una oportunidad para los inversores

En este contexto, vemos en el sector agroalimentario español una oportunidad única para los inversores que deseen contribuir a la transición hacia un modelo sostenible, al mismo tiempo que obtienen rendimientos sólidos. El apoyo de instituciones internacionales como la ONU y la UE, que han identificado la sostenibilidad alimentaria como una prioridad global, se alinea con la creciente demanda de consumidores por productos sostenibles. Además, el marco normativo europeo favorece a aquellos inversores que apuesten por la innovación y la sostenibilidad en el agroalimentario.

Las seis megatendencias estructurales mencionadas anteriormente, junto con el impulso de políticas públicas y la concienciación social, indican que este sector será un área de crecimiento estable continuo. Invertir en la modernización y sostenibilidad de las PYMEs agroalimentarias, en la innovación tecnológica y en nuevas formas de producción y consumo responsable, puede generar impactos económicos y sociales muy positivos.

El futuro agroalimentario es sostenible

España tiene una oportunidad sin precedentes para consolidarse como líder en un sistema alimentario sostenible. A través de la inversión en innovación, la adopción de prácticas agrícolas sostenibles y el impulso a las PYMEs del sector, los inversores tenemos la capacidad y la responsabilidad de asegurar un futuro económico próspero, y contribuir a la preservación del medio ambiente y al bienestar social.

Íñigo Serrats, CFA, es miembro del Comité de Sostenibilidad de CFA Society Spain, es Cofundador & Managing Partner de Impact Bridge.

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