El petróleo, el cobre o el azúcar están protagonizando un espectacular 'rally' con el que intentan volver por sus fueros. La corrección acecha, pero a medio plazo su tendencia es alcista.
Investigación, desarrollo, innovación (I+D+i), gestión del conocimiento, técnicas de management, nuevas tecnologías... Estos ingredientes se han convertido en indispensables para que la economía funcione. Pero esta sofisticación no ha impedido que la vieja economía continúe existiendo. Los coches siguen necesitando gasolina, el cobre es clave para fabricar líneas de alta tensión y la población demanda alimentos.
Por eso, en cuanto han asomado los primeros atisbos de que lo peor de la crisis financiera ha quedado atrás, la cotización de muchas de las principales materias primas lo ha celebrado por todo lo alto. Tiene su explicación, ya que conforme la locomotora económica mundial vaya recuperando tracción, demandará más combustibles, metales y alimentos con los que satisfacer las crecientes necesidades de producción y consumo.
Es más, la identificación entre los brotes verdes, el concepto con el que se ha denominado a la aparición de los síntomas de recuperación, y la reacción alcista de las materias primas es total. "El mercado ha estado conducido por la mejoría del sentimiento económico, que favorece la esperanza de una recuperación en la demanda de crudo", reconoció ayer la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) en su informe mensual para explicar la escalada del crudo, si bien estas palabras resultan extrapolables al resto de los recursos naturales.
Otra causa proviene de las expectativas de subida de precios. "A pesar de que las cifras de inflación en todo el mundo están siendo benignas ahora y que los bancos centrales están preocupados por luchar contra la deflación, los precios de las materias primas están subiendo porque los inversores más rápidos quieren anticiparse a la inflación", afirma Marius Botha, experto en materias primas de Threadneedle.
Adicionalmente, las materias primas también se han visto favorecidas por otras tendencias más directamente vinculadas con el entorno financiero. "Creemos que las materias primas se han beneficiado de una combinación de factores macroeconómicos que incluyen la subida de la bolsa, la debilidad del dólar y el resurgimiento de los flujos de dinero hacia las materias primas", sostienen los analistas de Deutsche Bank.
En cabeza
Por la trascendencia económica que posee, el despertar del crudo acaparan la principal atención. Y no es para menos, ya que acumula una revalorización superior al 55 por ciento en 2009. Lejos quedan los niveles inferiores a los 35 dólares a los que llegó a caer a finales de 2008. Las cifras se han duplicado desde entonces, puesto que el barril Brent, de referencia en Europa, se encuentra en los 71,2 dólares.
Esta escalada se ha apoyado en varios factores: el recorte de la producción de la Opep, que ha reducido el bombeo en casi 1,5 millones de barriles al día; la aparición de los brotes verdes en el panorama financiero y económico, con la consiguiente posibilidad de que la demanda mundial de crudo remonte; y el retorno del apetito por el riesgo, entre cuyas consecuencias figura que los inversores vuelvan a meter su dinero en el petróleo en busca de rápidos rendimientos.
Los pasos del crudo los está siguiendo el carbón, aunque a distancia, con una revalorización próxima al 50 por ciento en 2009. El que no se está subiendo al carro del oro negro es el gas natural, ante el asombro de los analistas por las tendencias divergentes que están mostrando. Eso sí, precisamente por las pérdidas que continúa cosechando en 2009, conserva un amplio recorrido alcista. Así, y según las previsiones recogidas por Bloomberg, los expertos le conceden un recorrido alcista superior al 90 por ciento para este año -ver gráfico-, un aspecto que le diferencia del crudo y el carbón, que ya ha consumido su potencial alcista... por ahora. "La situación ha cambiado en las últimas semanas. Como ha ocurrido en otros momentos y con otros activos, los analistas deberán revisar sus pronósticos y situarán las previsiones sobre el petróleo para 2009 entre los 75 y los 80 dólares", reconoce un gestor de una firma española.
A rebufo del crudo
Otra materia prima que está reverdeciendo laureles es el azúcar. La resurrección del crudo ha recordado la necesidad de buscar energías alternativas para el futuro. Y entre ellas sobresale el etanol, algo que salpica directamente al azúcar, del que se obtiene aquél. Así, en lo que va de año presenta un avance del 28,5 por ciento y rememora la correlación alcista que protagonizó con el petróleo entre 2004 y el primer trimestre de 2006.
Consulte la información completa en la edición de fin de semana de diario elEconomista.