
En EEUU hay un dicho: todo en Texas es más grande. Los pozos de petróleo, las armas, las distancias, los coches, las porciones de comida y la libertad (sobre todo, frente a los impuestos). Y varios gigantes de las finanzas quieren conseguir que Texas añada algo más a la lista de cosas que son más grandes en el estado sureño: una bolsa de valores capaz de superar a la mismísima Wall Street. Un proyecto que ya está en marcha y que se espera que empiece a funcionar a pleno rendimiento en 2026.
Los artífices del proyecto son BlackRock y Citadel Securities, dos grandes firmas de inversión que han fundado, junto a otros inversores, la Texas Stock Exchange (TXSE). Su objetivo es batir a la New York Stock Exchange (NYSE), el centro mundial de las inversiones bursátiles. Y para ello cuenta con un atractivo: su mercado impondrá normas más ligeras que las de otras bolsas. Por ejemplo, no tendrán ningún requerimiento ESG (medioambiental, social y de gobernanza). "Queremos que sea lo más apolítica posible", dijo el CEO de la TXSE, James Lee, en una reuda de prensa con el gobernador del estado, el republicano Greg Abbott.
Por el momento, la bolsa ha logrado fichar a varios nombres conocidos en el mundo de las finanzas estadounidenses, como Nicole Chambers, hasta ahora jefa de salidas a bolsa en el Nasdaq; Jeffrey Brown, que sale de Charles Schwab para ser su director de regulación; o Cam Smith, un veterano de la Comisión de Valores y Bolsas de EEUU. Y entre sus asesores están nombres como Richard Fisher, ex presidente de la Reserva Federal de Dallas.
Precisamente es en Dallas donde estará la sede de la bolsa, aprovechando que una gran cantidad de firmas financieras están mudándose a la ciudad texana para aprovechar las regulaciones favorables y los menores impuestos. Dallas es la segunda ciudad con más empleados financieros de todo EEUU, solo por detrás del 'rey' al que quieren destronar, la todopoderosa Nueva York.
La bolsa había levantado 135 millones de dólares de financiación al cierre del tercer trimestre del año, y está en trámites con los reguladores para registrarse oficialmente. Si todo va bien, su expectativa es que las primeras operaciones se registren durante 2025, y que las primeras firmas salgan a cotizar en la TXSE a lo largo de 2026.
La mayor esperanza de las firmas detrás de esta bolsa es que el Gobierno de Donald Trump apoye su objetivo de crear un mercado más 'salvaje' en un estado republicano, que se enfrente de tú a tú a la vetusta bolsa 'oficialista' de la demócrata Nueva York. Entre los apoyos con los que podrían contar está Elon Musk, autodenominado "primer colega" del futuro presidente y nuevo ciudadano de Texas, adonde se ha ido llevando sus empresas en los últimos años, desde Tesla a X, siguiendo el mismo camino que su inclinación política. La división de EEUU en bandos irreconciliables sigue adelante, y puede llegar también a las bolsas.