
Con todo lo que ha pasado desde el pasado otoño, casi nos hemos olvidado de que, antes del derrumbe del sistema financiero, tuvimos una espectacular escalada de las materias primas impulsada por la fortísima demanda de los países emergentes, en especial el gigante chino.
Esta subida impulsó también a las bolsas, aunque fue demasiado rápida y demasiado fuerte, por lo que acabó con una caída tan brutal como la subida previa.
Ahora podemos ver una repetición de la jugada, como empieza a insinuar el impresionante rally del petróleo. Pero hay una gran diferencia con lo ocurrido el verano pasado: el consumidor norteamericano ahora está ahorrando, lo cual en teoría es bueno para que la recuperación económica tenga bases sólidas, pero ya no es el principal motor de la economía mundial. Como es sabido, el empobrecimiento por culpa de la caída del valor de sus viviendas es la principal causa del frenazo en el consumo privado.
Los últimos datos económicos apuntan al final de la recesión en EEUU y a la recuperación en China, pero en los próximos días podemos tener la confirmación de ambos fenómenos. Mañana jueves conoceremos las ventas de grandes almacenes en EEUU, para las que se espera una moderación en el descenso. Y ayer tuvimos noticias alentadoras del sector inmobiliario y de la venta de automóviles. La próxima semana, China publicará la inflación de mayo, la balanza comercial, las ventas minoristas y la producción industrial.
La gran duda, por tanto, es si China puede volver a vivir un tirón de la producción industrial sin la ingente demanda del consumidor americano con la que contaba el año pasado. De momento, la subida de las materias primas indica que el mercado piensa que es posible: el cobre (que ha subido el 65% desde enero) y el petróleo (que ha duplicado su precio desde mediados de febrero) han sido los líderes de un rebote provocado por un plan de estímulo de Pekín de 586.000 millones de dólares, que pretende reactivar la demanda interna. No hay que olvidar que China ya es el mayor consumidor de materias primas del mundo.
En correspondencia, el sector petrolero ha sido el segundo mejor del S&P 500, con una subida del 10% sólo superada por el 13% del sector financiero.
Los brotes verdes están en China
"China es donde está la fortaleza, donde se están viendo los auténticos brotes verdes, donde ese han puesto en marcha los mayores estímulos monetarios y con mayor efectividad", opina Evan Smith, gestor del Global Resources Fund. "Por eso, allí no sólo se están viendo una mejoría de los datos, sino datos positivos en términos absolutos".
Ahora bien, que estos brotes verdes se traduzcan en una vuelta al crecimiento económico al que China nos tenía acostumbrados no va a ser fácil sin el apoyo de EEUU. Si se extienden las dudas o si los datos vuelven a empeorar, podemos ver una dura recaída tanto de las materias primas como de las bolsas. Pero, de momento, el mundo quiere creer en China.