Los analistas financieros están recuperando las siglas TINA, TIAA y TAMA para referirse a los ciclos del mercado. En la jerga financiera se usan para hacer referencia a las alternativas de inversión que ofrece el mercado y a su abundancia o escasez en función del contexto monetario.
Durante largos periodos, la bolsa se consolida como el activo predilecto porque se considera que es la única capaz de dar una rentabilidad real. Es decir, teniendo en cuenta la inflación. Sin embargo, también se dan periodos en los que la renta variable pierde su atractivo y entran en juego otras opciones inversión que le hacen la competencia. Los analistas son capaces de resumirlas con solo cuatro letras.
TINA. 'There is no alternative' (No Hay Alternativa), por sus siglas en inglés. Estas siglas se refieren a la fase en la cual no hay ninguna alternativa a la bolsa. Es decir, cuando las acciones son el único activo capaz de dar rentabilidad, frente a la deuda o inmobiliario. Durante los ciclos de estímulo monetario, los bonos son prácticamente incapaces de dar retorno o este es muy bajo e insuficiente.
Además, la dificultad de los inversores para encontrar alternativas genera el 'efecto TINA'. Esto sucede cuando la renta variable sube solo porque los ahorradores se concentran en esta plaza, absorbiendo el flujo de dinero.
El caso TINA concurre con estímulos monetarios/tipos de interés bajos, cuando la bolsa encuentra pocos obstáculos para subir.
TIAA. 'There is an alternative' (Hay Una Alternativa), por sus siglas en inglés. Este escenario se da cuando los inversores ven que sus posiciones van a ofrecerles una rentabilidad inferior a la tasa de inflación. En este momento, se empiezan a considerar alternativas para no perder poder adquisitivo. Conviene asumir más riesgo, ya que el efectivo deja de ser atractivo con la presión de los precios. Entonces, los ahorradores necesitan hacer algo con su dinero y encuentran una vía de escape en la deuda de mayor riesgo.
El paradigma TIAA es un ejemplo de cuándo la inflación comienza a amenazar y los intereses empiezan a ajustarse.
TAMA. 'There are many alternatives' (Hay Muchas Alternativas), por sus siglas en inglés. Esta situación ocurre cuando los valores de menor riesgo dan una rentabilidad suficiente para que no merezca la pena asumir la volatilidad de la bolsa. Es decir, cuando la diferencia entre el retorno de los bonos y de las acciones es mínima y termina desplazando a estas últimas. Los inversores tienen el mercado de bonos a su disposición para generar retornos sin apenas riesgo.
El escenario TAMA llega cuando los tipos de interés empiezan a ser lo suficientemente restrictivos.
En resumen, estas siglas describen las fases del mercado en función del contexto financiero. Si los tipos de interés son suficientemente altos para considerar la renta fija como inversión, lo que coincide con fases restrictivas de la política monetaria. O si los intereses son bajos o casi nulos en periodos de expansión monetaria y no hay margen para mirar fuera de la bolsa.
En ese sentido, las siglas no solo se refieren a las alternativas, sino que son capaces de explicar en qué punto se encuentra la política monetaria y cómo se debe hacer la rotación de carteras en función de lo inicial o avanzado que esté dicho ciclo.