
Las expectativas que había a principios de año para el mercado de renta fija no se están cumpliendo. 2023 prometía ser un ejercicio de redención para los inversores en bonos, después de un 2022 nefasto que, a pesar de todo, sirvió para que las rentabilidades a vencimiento volviesen a ser atractivas para construir carteras. Sin embargo, a día de hoy los inversores no están ganando dinero con uno de los activos que mejores perspectivas tenían hace seis meses: el bono de EEUU.
El título libre de riesgo por excelencia en el mercado ha vuelto este miércoles a la casilla de salida, superando los niveles de rentabilidad a vencimiento en los que empezó el ejercicio y, por lo tanto, deja pérdidas por precio desde el primer día de enero. En concreto, el título ha vuelto a superar el 3,87% en el que empezó 2023, llegando, a media sesión de bolsa estadounidense, hasta el 3,89%.
El título de deuda estadounidense se ha visto obligado a adaptarse al nuevo escenario que ha planteado la Reserva Federal. Después de asegurar la institución que se preparaba para hacer una pausa en la subida de tipos, algo que llevó a muchos inversores a descontar que había acabado el ciclo de endurecimiento de la política monetaria en EEUU, finalmente ha vuelto a reconocer que habrá más incrementos en el precio del dinero en el país.
Por el contrario, los bonos asiáticos están siendo los grandes protagonistas en el año, ya que se trata de la categoría de deuda que más ha subido por precio en los últimos meses: se gana con ellos más de un 6% en 2023.
El atractivo de Asia
¿Qué está pasando en el mercado para que los inversores prefieran bonos asiáticos? La rentabilidad a vencimiento del índice de deuda de la región ha estado por debajo de la que han ofrecido los títulos estadounidenses en todo momento durante el año, algo que, a priori, debería haber hecho que los inversores se inclinen por la deuda estadounidense.
La clave, según explica Enrique Lluva, director de renta fija en Imantia Capital, se encuentra en unas tasas de inflación más bajas en Asia que en Occidente, con unos bancos centrales asiáticos que, además, están ya en proceso de bajadas de tipos, al contrario de lo que ocurre en EEUU. También ha influido en el atractivo de la deuda asiática para los inversores de la región.
"Asia es la única zona geográfica del mundo donde las tensiones inflacionistas no han aparecido. Lo que esperamos de China los inversores son estímulos, bajadas de tipos, y en Japón había incertidumbre sobre el nuevo banquero central, y de momento, frente a las expectativas, sigue siendo continuista con las políticas previas", explica Lluva.
"Asia es la única zona geográfica donde las tensiones inflacionistas no han aparecido", explica Enrique Lluva
"Hay una parte muy importante de la demanda de deuda asiática que proviene de los mercados domésticos, y los mercados asiáticos de influencia china y japonesa no están viviendo el proceso inflacionista", señala. Las previsiones del consenso de analistas son claras: mientras para China, Japón y Corea se esperan tasas de inflación en 2023 del entorno del 1,5%, 2,7% y 3%, respectivamente, en la Unión Europea los analistas esperan tasas de más del 6%, y en Estados Unidos del entorno del 4%.
En el último informe de perspectivas publicado por HSBC AM, la gestora del banco británico destaca su preferencia por la deuda de mercados emergentes, con argumentos que encajan con la explicación de Lluva. "Los activos de emergentes tienen menos correlación con otros países", señalan, y "ofrecen oportunidades de mejorar la diversificación de la cartera y el potencial retorno. Favorecemos la bolsa emergente y la deuda en divisa local de estos mercados", señalan, y destacan sobre China cómo "la baja inflación permite que haya espacio para un proceso de relajación de la política monetaria", señalan.
La preferencia de los inversores por deuda asiática tiene un impacto directo en la cotización del bono americano, teniendo en cuenta el tamaño de los fondos de pensiones japoneses: "Estos fondos están en este mercado, y son gigantes. Con inflaciones bajas, y rentabilidades a vencimiento del 1,8% [el índice de deuda asiática de Bloomberg se movía ayer en estos niveles], se quitan el riesgo divisa y acuden a estos títulos", explica Lluva. "Cuando el inversor japonés acude al bono del país, esto lo paga la curva de intereses americana y alguna europea, como la francesa", confirma el experto.