Bolsa, mercados y cotizaciones

El giro de Venezuela con las cripto: de la esperanza frente a EEUU a abandonadas por la corrupción desatada

  • Maduro promovía su implantación para evitar las sanciones internacionales
  • Ahora, ha prohibido completamente la minería por una gran esquema de corrupción con PDVSA
  • Mientras tanto, los expertos y medios hablan ya abiertamente del fin del Petro

Venezuela ha intentado esquivar por tierra, mar y aire las sanciones de EEUU y Maduro se encomendó a las criptomonedas para lograrlo. El dirigente latino abrazó las divisas digitales durante la presentación de su 'Ley Antibloqueo' proclamando que se abría a usar "todas las criptomonedas del mundo para mejorar el comercio interno y externo del país". Además anunció "importantes proyectos" cripto que ayudasen a eludir las sanciones. Entre sus apuestas, la más destacada fue la creación de su propio token, el Petro, además de una ley para fomentar su uso.

Años después de todas estas promesas e iniciativas, el Gobierno ha abandonado casi por completo las cripto tras multitud de reveses que, finalmente, se han saldado con la explosión de un importante caso de corrupción pública relacionado con todos estos proyectos. La principal reguladora de este nuevo mercado está siendo investigada por malversar miles de millones de dólares procedentes de la venta de petróleo de PDVSA (la petrolera estatal) que se realizaba a través de tokens.

Las numerosas detenciones, la reestructuración completa del regulador y los problemas derivados de esta caso han traído consecuencias. En primer lugar, el país ya lleva tres meses consecutivos con fuertes restricciones a las cripto, entre las que destaca la prohibición total de la minería. La nación caribeña contaba con más de 75.000 personas que vivían de las granjas de minado y todas ellas ahora han sido obligadas a detener sus operaciones. 

Además, el uso y la cotización del Petro se ha arrastrado por el parqué durante meses, perdiendo toda su cotización y, aunque no hay datos más allá de los oficiales, ahora su situación podría haber empeorado aún más. Antes de que estallase el caso de corrupción ya se había dejado un 45% de su valor, según Bloomberg. Oficialmente se mantiene en los 60 dólares.

Este mismo mes, según CryptoLand, una plataforma del sector en el país, la cadena de bloques que permite registrar las operaciones "fue paralizada repentinamente y sin aviso, imposibilitando transacciones". Se trató de una suspensión temporal que amenaza con repetirse ante un sector bloqueado. Una situación que muestra los fallos en la infraestructura digital del país al tiempo que este estaría abandonando el uso de estos activos digitales. 

De esta manera, la primera moneda digital promovida por un Estado podría tocar a su fin pronto. Desde Bloomberg destacan que los pocos empleados que quedan en Sunacrip aseguran que el plan de maduro es dejar morir lentamente el Petro una vez se pague a sus acreedores, reduciendo sus operaciones a cero.

Corrupción, petróleo y criptomonedas

Los ciudadanos de Venezuela encontraron en las criptomonedas un refugio ideal para huir de la inflación desatada que aqueja a su país todos los años, el último registro es de un 96,3% en los cinco primeros meses de 2023. En ese sentido el Estado encontró en las mismas un arma poderosa para huir de una moneda volátil y para dificultar la trazabilidad de sus transacciones y, en consecuencia, poder comprar y vender sin que las sanciones de Estados Unidos puedan ejercer tanta influencia. 

Para controlar este nuevo sector en alza, el país puso en marcha un Superintendencia Nacional de Criptoactivos (Sunacrip) que ahora está manchada por un escándalo con PDVESA y que ya se ha saldado las detenciones de decenas de altos cargos y la renuncia del ministro de Petróleo y exvicepresidente del país Tareck El Aissami.

Todo comenzó con la desaparición de 3.000 millones de dólares que provenían de la venta de petróleo. Tras contactar con los deudores de diversos cargamentos estos expresaron que habían realizado sus pagos a través de criptomonedas, las cuales Sunacrip aseguraba que habían sido objeto de un robo.

Tras esta defensa se procedió a reestructurar por completo al supervisor para, al poco tiempo, anunciarse la detención de 80 implicados en lo que, según el fiscal Tarek William Saab, se trataba de una trama de funcionarios, empresarios y miembros de Sunacrip para crear una estructura paralela, destinada a desviar parte de los pagos a través de criptomonedas. Gracias a diferentes movimientos entre 'wallets' y a las características de estos activos digitales, la trazabilidad del dinero sería realmente complicada.

El golpe de la corrupción ha llegado en un momento complicado debido a la geopolítica. Esta apuesta fue en gran parte debido a Estados Unidos y los problemas respecto a la misma se han mezclado con un momento de distensión con la administración Biden de EEUU. De hecho el año pasado ya se aliviaron las sanciones. Queda por ver si esto supone el final de la apuesta venezonala por las cripto o si se trata solo de una crisis que ha puesto a todo el sector patas arriba.

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