Esta semana la Reserva Federal estadounidense (Fed) ha confirmado lo que esperaban los analistas: la pausa en el proceso de subida de tipos de interés que empezó hace un año, y que ha llevado al precio del dinero a incrementarse en 525 puntos básicos en el gigante estadounidense. Este cambio de paradigma en la política monetaria de la principal economía del planeta tendrá consecuencias, y los inversores pueden intentar aprovecharse de este contexto.
Aunque nadie sabe qué depara el futuro, y no se puede descartar que la inflación vuelva a dar un susto a los bancos centrales y les obligue a retomar el proceso de subida de tipos, a día de hoy todo apunta a que ya se ha visto el techo en la subida de los precios.
El encarecimiento de la energía fue el responsable de la irrupción de la inflación, a mediados de 2021, pero la corrección que ha vivido en los últimos meses invita a pensar que, salvo una sorpresa mayúscula, será un componente desinflacionista en el medio plazo.
En este contexto, sin subidas de tipos y con la inflación moderándose, aunque a un ritmo lento, la renta fija cobra protagonismo en el mercado. El año 2022 fue nefasto para este tipo de activos, con pérdidas del 16,25% en el índice mundial de renta fija, el peor ejercicio que se recuerda para los bonos desde que se empezaron a recoger datos para el selectivo, en 1990.
Estas fuertes pérdidas pueden estar llevando a muchos inversores a replantearse si es buena idea invertir en este tipo de activos, mayoritarios en las carteras de los inversores más conservadores. Sin embargo, una vez la corrección terminó, la situación del mercado de deuda invita a volver a invertir en este tipo de activos, algo que están destacando muchas casas de análisis.
"Aunque no se ha declarado oficialmente el final del ciclo de subidas de tipos, parece muy probable que la Reserva Federal ya ha terminado este proceso", explican desde Janus Henderson. "A medida que el banco central gira su política hacia un posicionamiento estable, con potenciales recortes de tipos de interés en el futuro, creemos que esto es positivo para la renta fija", señalan desde la gestora.
Las rentabilidades a vencimiento son ahora lo suficientemente atractivas para volver a incorporar la deuda a la cartera, un mantra que los expertos llevan repitiendo desde hace meses. La deuda corporativa, por ejemplo, ofrece una rentabilidad a vencimiento del 5,1% en este momento, según la categoría de este tipo de bonos que recoge Bloomberg. Los bonos soberanos, por su parte, tienen una rentabilidad a vencimiento del 2,76% de media, mientras que el selectivo que recoge todo tipo de bonos alcanza el 3,4%.
Además, los inversores están empezando a descontar que la Reserva Federal no sólo no va a subir tipos este año, si no que está preparándose para empezar a recortarlos a la vuelta del verano: los futuros sobre los tipos de interés en Estados Unidos descuentan un primer recorte de 25 puntos básicos en la reunión de septiembre, al que seguirán otros dos, en noviembre y diciembre, de la misma magnitud. De ser así, los inversores en deuda tendrán un poderoso aliado en la Fed en los próximos meses, teniendo en cuenta que las bajadas de tipos suelen venir acompañadas de compras de deuda por parte de los ahorradores.
"En el escenario que consideramos más probable, las malas noticias se aceleran y la Fed se ve obligada a luchar contra la recesión. De hecho, en este escenario el listón para volver a bajar los tipos a un nivel neutral es más bajo de lo que muchos sospechan, lo que signiica que es probable que los recortes sean más rápidos y agresivos de lo que reflejan las cotizaciones actuales", destaca James Athey, director de inversiones de la gestora Abrdn.
Cómo aprovecharlo a través de fondos
Para tratar de sacar provecho a este contexto positivo para la renta fija, hay fondos de inversión especialmente interesantes para añadir a la cartera. Uno de los filtros más importantes que se pueden utilizar es la rentabilidad a vencimiento que ofrecen estos vehículos; muchos fondos activos ya han rotado sus carteras en los últimos meses, y ahora ofrecen retornos atractivos.
Cuando se filtran los fondos de renta fija a la venta en España que han construido una cartera con las rentabilidades a vencimiento más elevadas, los primeros que aparecen en la lista son vehículos centrados en invertir en la deuda de más riesgo, que, en consecuencia, ofrecen los retornos más elevados. Se trata de fondos dedicados a invertir en bonos basura (sin grado de inversión, o high yield).
Sin embargo, no hace falta irse a la parte de más riesgo en el universo de renta fija para conseguir retornos interesantes: hay productos que centran su cartera en bonos con grado de inversión y ya han construido rentabilidades a vencimiento elevadas.
Si se tienen en cuenta los fondos más grandes disponibles en España, con clases que puede comprar el inversor minoritario (una inversión mínima de 5.000 euros como máximo), en euros, con un historial de al menos 10 años de recorrido en el mercado, los cinco que ofrecen una rentabilidad a vencimiento más elevada en este momento son JPM Flexible Credit C (acc) EURH, de JP Morgan AM, GS Glbl Crdt (Hdg) R Acc EUR Hdg, de Goldman Sachs, Nordea 1 - US Total Return Bond AP EUR, de Nordea, Carmignac Pf Flexible Bond F EUR Acc, de la gestora francesa Carmignac, y Franklin Strategic Income W (Acc) EUR, gestionado por Franklin Templeton.

La cartera de los mejores
El fondo de JP Morgan es el que ahora ofrece la rentabilidad a vencimiento más elevada de la lista: roza el 6,7%, con un vencimiento medio de su cartera de 4,98 años, según los datos que recoge Morningstar, cuyos analistas otorgan la máxima calificación al vehículo: cinco estrellas. El vehículo tiene 408 millones de euros en patrimonio, y en la última década ha conseguido un resultado del 1,6% anualizado para sus inversores después de comisiones.
A cierre del 31 de marzo, la cartera del fondo estaba compuesta principalmente por bonos corporativos, con casi un 91% del total. Un 1% es renta fija soberana, mientras que el fondo se reserva en torno al 7,5% en liquidez. La mayor parte de las inversiones del producto son bonos con grado de inversión, con un 23% del fondo invertido en títulos con la máxima calificación posible para las agencias: AAA. Los bonos con BBB son mayoritarios, con casi el 34% de la cartera invertido en títulos con esta calificación, y un 37% de los bonos en cartera ofreciendo rentabilidades a vencimiento entre el 4% y el 6%. El fondo está muy diversificado, con más de 810 bonos diferentes en cartera.
En cuanto al GS Glbl Crdt (Hdg) R Acc EUR Hdg, de Goldman Sachs, gestiona un patrimonio de más de 1.100 millones de euros, y merece una calificación de 4 estrellas para Morningstar. Con un vencimiento medio de 6,2 años, el vehículo ha conseguido estructurar una cartera que ofrece una rentabilidad media a vencimiento del 6,5%. En la última década ha dejado una rentabilidad anualizada del 1,02% a los inversores.
Se trata de un fondo que invierte principalmente en deuda corporativa, y una calificación media de sus bonos de A-, con 522 posiciones en cartera a cierre de marzo.
El fondo de Nordea, Nordea 1 - US Total Return Bond AP EUR, se diferencia de los otros cuatro aquí analizados en que sólo invierte en deuda estadounidense, mientras que el resto tiene la capacidad de comprar títulos de cualquier parte del mundo. Esta limitación no ha impedido que Nordea haya conseguido estructurar un producto con una rentabilidad a vencimiento del 6,3% y una duración media de 6,65 años, la más alta de la lista. En la última década ha dejado una rentabilidad anualizada del 2,16%,
Este fondo tiene una cartera más concentrada que los anteriores, con 217 posiciones a cierre del mes de abril. La mayor parte de los bonos que tiene en cartera cuentan con la máxima calificación posible, AAA, en un 65% de la cartera. Sus tres principales inversiones son bonos del Tesoro estadounidense con rentabilidad a vencimiento del 3%, con un 8,8% del total, seguidos de unos bonos muy parecidos pero con rentabilidades a vencimiento del 3,625%, con un 5,8% del total. En tercer lugar aparece un título de renta fija de la Asociación Nacional de Hipotecas, que ofrece un 2,5% a vencimiento.
En cuanto al fondo de Carmignac, es el más grande de los cinco, con un patrimonio neto bajo gestión de más de 1.305 millones de euros, después de dejar una rentabilidad del 1,03% anualizada en la década. El fondo merece cuatro estrellas para Morningstar, y ahora cuenta con una cartera con una rentabilidad a vencimiento media del 6,26% y 3,16 años de duración media. Se centra especialmente en deuda pública, con un 72% de la cartera invertida en este tipo de títulos, frente a un 21% de bonos corporativos. Un 38% del total está invertido en bonos high yield, con un 62% del total en títulos con grado de inversión.
Por último, el fondo de Franklin Templeton mantiene una rentabilidad a vencimiento del 6,12%, y una duración media de 4,32 años. Es el producto que mejor lo ha hecho de los cinco en la última década, con una rentabilidad anualizada del 2,75% en este periodo. El 44% de la cartera está invertido en deuda corporativa, y un 24% en títulos de renta fija soberana. El 32% de la cartera está invertido en bonos con una calificación de AAA, mientras que un 27% del total se centra en bonos sin grado de inversión.