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El 'euro latinoamericano' comenzará a fraguarse la próxima semana

Foto: Istock

El 'Sur'. Ese es el nombre sugerido inicialmente por Brasil para la divisa común latinoamericana tantas veces sugerida pero que nunca ha pasado de las meras declaraciones. Hasta ahora. La próxima semana, Brasil y Argentina anunciarán sus trabajos preparatorios para esta moneda que, idealmente, aunaría a todos los países de la región bajo una sola divisa, tal y como hizo la Unión Europea a partir de 2002 con el euro (y años antes con su predecesor, el ECU).

La ciudad de Buenos Aires será la encargada de acoger la reunión entre los representantes brasileños y argentinos para echar a andar el proyecto, al que invitarán al resto de economías latinoamericanas. De hecho, las cámaras legislativas de Ecuador, Bolivia, Colombia, Venezuela, Argentina y Perú ya firmaron el pasado año la Declaración de Bogotá, que llama a la integración real de las economías de la zona.

En declaraciones al Financial Times, el ministro de economía argentino, Sergio Massa, ha apuntado que a partir de la semana que viene se comenzará a estudiar todo lo que implica una moneda común, como el papel de los bancos centrales o las cuestiones fiscales, así como mecanismos de integración comercial. "No quiero crear falsas esperanzas. Es el primer paso en un largo camino que Latinoamérica debe recorrer", señala Massa, quien recuerda que la moneda única europea tardó más de tres décadas en ver la luz.

La iniciativa nacerá gracias, entre otras cuestiones, a la proximidad ideológica de los líderes de la zona. La reciente victoria en Brasil de Lula da Silva se suma a las presidencias de Alberto Fernández en Argentina, de Gabriel Boric en Chile y de Andrés Manuel López Obrador en México, entre otros liderazgos de izquierdas en la región. "Si Dios quiere, crearemos una moneda común para todo latinoamérica porque no debemos depender del dólar", decía Da Silva hace unos meses.

Con la incorporación de Brasil a este frente a favor de una divisa única estarían ya los ocho países más poblados del continente sudamericano más México. En total, la nueva moneda, en caso de llegar a buen puerto, sería utilizada por cerca de 433 millones de personas, más que la población de EEUU y muy cerca de la de la UE, 447 millones de habitantes. Sería un poco diferente con respecto a su PIB conjunto de más de 4,55 billones de dólares frente a los 14,5 billones registrados por la UE en 2021.

El mayor problema al que se enfrenta una moneda única para Latinoamérica es el mismo que llevó a la UE a la crisis de deuda de hace una década: las enormes diferencias económicas entre los países miembros. Argentina, con una inflación cercana al 100% y un Ministerio de Economía que se dedica a triturar ministros, tiene unas condiciones muy diferentes a las de Chile, un país miembro de la OCDE y cuya deuda pública no llega ni al 40% del PIB.

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