La deuda europea ha vivido un año agitado y con un final inesperado: Italia se ha convertido en la oveja negra de los inversores por delante de países como Grecia. Desde Roma han visto cómo su bono soberano a diez años ha vivido el mayor incremento de rentabilidad de todo el viejo continente, pasando de un 1,05% al 4,4%. Esto significa que los inversores han ignorado la renta fija transalpina en favor de otras inversiones o países que ofrezcan más certezas.
De hecho la prima de riesgo italiana (la diferencia con respecto al bono alemán) se encuentra en los 217 puntos siendo la peor de entre los países más importantes de la Eurozona. Grecia se encuentra en 212 siendo el único que le sigue la pista. Por otra parte, España y Portugal son las siguientes con un situación mucho más halagüeña (109 y 103 puntos respectivamente). Francia sitúa su prima de riesgo en los 53 puntos.
Italia se encuentra en una auténtica crisis de deuda pública. Se trata de la situación más delicada en este apartado desde la crisis de 2008 y prueba de ello es el rendimiento de sus bonos han llegado a estar en máximos de 2013. El país contaba en 2021 con una deuda de 2.679 billones de euros, representado más del 150% de su PIB y situando al país entre los más endeudados del planeta junto a otros como Japón,Sudán o Grecia.
Según los últimos datos del Banco de Italia la deuda ya se encontraría en los 2,77 billones. Sin embargo, el golpe en 2022 puede ser mucho mayor para la nación transalpina, pues ha habido una tormenta perfecta que está provocando que las dudas se apoderen del ánimo de los inversores y abandonen la idea de hacerse con bonos italianos.
Joaquín Robles Fernández cree que este sobreendeudamiento es clave y provocará más dolor para la renta fija en los próximos meses. "El mercado de bonos seguirá muy agitado por más subidas de tipos. Los inversores estarán alerta para ver qué ocurre y habrá menor liquidez. El mercado estará muy complicado".
¿Por qué Italia?
En primer lugar, el mercado se ceba con las letras italianas por el caos político, pues Italia, que venía de un Gobierno tecnócrata liderado por el expresidente del Banco Central Mario Draghi, ha saltado por los aires este año y, en su lugar, ha ganado Georgia Meloni. El cambio del exbanquero por la política euroescéptica y de extrema derecha ha llenado de incertidumbre el mercado, aunque aún hay cautela sobre cómo será la dirección económica del país bajo su mando.
Desde FX Street destacan este caos político como principal elemento diferencial de economías como la española, que también tiene problemas con su deuda. "es la tercera economía de Europa y hay un gobierno muy dividido con posibilidades de ruptura en cualquier momento y nuevas elecciones". También destacan que su discurso apunta a que, ante la duda "irán a por reformas sociales" en vez de apostar por una normalización de su deuda o políticas de austeridad. En definitiva el mercado ve que van a ir a por más y pagando más dinero el año que viene y ya tienen un déficit estructural por encima del 6%", por lo que el futuro a corto plazo no parece muy halagüeño.
Por otro lado, la alta dependencia de la nación del mediterráneo del gas ruso está siendo un dolor de cabeza que impide solucionar su elevada deuda. Se trataba antes de la crisis del segundo mayor comprador de gas ruso del continente por detrás de Alemania, por lo que la subida de los precios de la energía ha afectado especialmente a su economía, una de las principales perjudicadas de las sanciones europeas al Gobierno de Putin tras la invasión de Ucrania.
De hecho, Italia ya ha anunciado que elevará su deuda un 4,5% en 2023 para lograr 30.500 millones de euros de liquidez con el fin de detener la escalada en los precios de la energía. La idea de la medida anunciada por Roma era dedicar 9.500 millones de ese dinero en ayudas directas desde el pasado noviembre y cerca de 21.000 millones de euros en ayudar a familias y empresas a lo largo de todo el año que viene.
Por último, pero como elemento más importante, el Banco Central Europeo va a seguir subiendo los tipos de interés y deteniendo sus 'estímulos'. Lagarde ha dejado de comprar deuda de los países de la zona euro al nivel de los años anteriores y va seguir reduciendo su balance progresivamente. Según los cálculos de Bank of America el BCE, que compraba cerca del 120% de la emisión neta de bonos italianos, ahora comprará solo el 30%.
Robles Fernández, defiende que "ha sido uno de los años más caóticos de la última década para la renta fija en los países periféricos". Según el experto hasta ahora "el mercado estaba adulterado por el BCE" y por ello la situación actual está derivando en una gran volatilidad y una gran incertidumbre para los países más endeudados. En ese sentido el caos actual habría hecho que "los inversores abandonen los bonos con mayor riesgo para centrarse completamente en el bund alemán", que ofrece mejores garantías. Y esta situación puede traer más problemas para Italia porque "un bono nacional alto puede provocar que la deuda de sus empresas suegra un efecto contagio con respecto a la nacional.
Respecto a las subidas de tipos de interés, el Banco Central Europeo ya ha emprendido cuatro subidas consecutivas, pasando de unos tipos de interés del 0% en junio a alcanzar en diciembre el 2,5%, unos niveles que no se veían desde 2008. Unos tipos de interés más altos encarecen la deuda e Italia ya ha cargado abiertamente contra Christine Lagarde. Ministros del actual Gobierno como Guido Crosetto (Defensa) han afirmado que se trata de decisiones "locas" y "sin sentido". También se han sumado a las quejas los viceprimer ministros Antonio Tajani y Mateo Salvini.
Pese a todo y, a pesar de que la deuda italiana está entrando en una espiral negativa, el mercado no ve posible un impago por parte de la tercera economía de la Eurozona. Según el Credit Default Swap de la nación mediterránea, tan solo hay una probabilidad de incumplimiento de los préstamos de un 2,24% sobre una tasa de recuperación del 40%.
Repunte de su economía
Pese a todos estos males que están lastrando su deuda y su déficit, su economía crece con fuerza, siendo una de las sorpresas del año. Según los últimos datos su PIB ya es un 1,8% superior al prepandemia mientras que países como España siguen un 2% por debajo y otros grandes de Europa como Francia o Alemania apenas la han rebasado por décimas.
Los especialistas de UBS remarcaron en su último informe que un sector de la construcción 'on fire' por una vivienda en auge están empujando a la economía italiana por encima de la de sus pares. Sin embargo, este 'renacimiento' no evita que el país afronte serios problemas de cara a sus deudores y para evitar caer en déficit este año.
¿Y el bono español?
Al margen de la situación italiana, el resto de países periféricos también han visto empeorar decisivamente su situación en lo que se refiere a renta fija. Destaca el caso de España, con una deuda que superó los 1,5 billones de euros, lo que se traduce en un 116% del PIB, según los últimos datos del Banco de España.
Las políticas del banco central europeo y la peor situación económica han provocado que el rendimiento de los bonos a diez años se sitúan en máximos de febrero de 2014, con un 3,337%. Una situación que empeorará presumiblemente a medida que los tipos de interés y los movimientos del Banco Central Europeo se aceleren en 2023.
Desde FX Street advierten de que, aunque la deuda española "no es la peor de las grandes economías de Europa" está en una "mala situación". Hay que tener en cuenta que el país "no está creciendo respecto a 2019 y tiene muchos problemas económicos con un mercado laboral no tan dinámico como los de su entorno". Una economía más dañada con un mayor paro que el resto de países de Europa y una deuda también elevada estarían haciendo mella en el apetito de los inversores, al margen de la 'huida' del Banco Central Europeo de la deuda periférica.
¿Que pasará en 2023?
De cara a 2023 los expertos coinciden en que viene más 'dolor' para la renta fija europea y en particular para Grecia, España, Portugal e Italia. El BCE ya ha anunciado "alzas significativas" en 2023.Los expertos creen que el ciclo de alzas seguirá durante más tiempo que el de Estados Unidos al haber empezado posteriormente y esto afectará al mercado de deuda.
Aunque en Blackrock, Amundi y en Vanguard creen que ahora es un buen momento dada la rentabilidad de los bonos y las perspectivas de que la situación mejore a medio largo plazo, pero tambien advierten que 2023 será complicado. En el último informe de Citi advierten de que, dado el mensaje de Lagarde en la última reunión, "sugerimos que el rendimiento del Bund alemán estará en el 2,7% en el próximo año" y el resto de bonos seguirán su estela con más subidas.
Desde FX Street creen que parte del problema estará en que un Estados Unidos que salga antes del ciclo de subidas de tipos se presentará como una opción mucho más interesante para los inversores que comprar bonos españoles o franceses. " La renta fija puede ser un producto estrella porque hay un porcentaje muy bajo de impago y está subiendo la rentabilidad. Sin embargo, la oportunidad es mayor en EEUU y en deuda corporativa".