
Las previsiones de cisnes negros, eventos financieros con escasas probabilidades de que sucedan se han convertido en un clásico por estas fechas. Ya sea por el ejercicio de economía ficción o por la capacidad predictiva de poner el foco en acontecimientos descabellados, casi son más interesantes que las perspectivas oficiales de las casas de análisis. Desde la victoria del Brexit en 2016 o el covid de 2020, nada es imposible.
Economía de guerra y control de precios
"Todas las guerras han traído controles de precios y racionamientos, son tan inevitables como las muertes en las guerras", comenta Steen Jakobsen, jefe de inversiones de Saxo Bank. Y recuerda a las medidas adoptadas por los gobiernos de Wilson en Reino Unido y de Nixon en EEUU, durante los años setenta, para controlar la inflación. El escenario catastrófico de la economía mundial es una escalada de tensión de Rusia contra el mundo y la vuelta de altos precios de las materias primas. El experto subraya que durante 2022 ha habido solo tentativas, como los impuestos extraordinarios a las energéticas o las ayudas a la demanda de energía. "El pensamiento entre los políticos es que el aumento de los precios de alguna manera sugiere una falla del mercado y que se necesita más intervención para evitar que la inflación desestabilice la economía e incluso la sociedad", subraya.
Las nuevas medidas de control de precios se ampliarán a salarios, vaticina el experto. Pero el resultado será fallido y se cumplirá la máxima de consecuencias no deseadas. "Controlar los precios sin resolver el problema principal no solo generará más inflación, sino que también correrá el riesgo de desgarrar el tejido social a través de la disminución de los niveles de vida debido a los desincentivos para producir y la mala asignación de recursos e inversiones", concluye su exposición.
Golpe al dólar y al FMI
La guerra económica contra EEUU y el orden monetario actual subirá de nivel con la perspectiva horrible de que China, Rusia, India, Brasil, Pakistán, países de la OPEP y parte de Estados africanos renunciarían al FMI y darían la espalda para el comercio internacional. Redmond Wong, estratega de Saxo Bank para China, especula con la idea de un ataque contra el dólar, como moneda de referencia en el sistema financiero mundial. "Se habla mucho del yuan como nueva moneda de reserva, pero China no ha mostrado interés en abandonar los controles de capital transfronterizos y muchos países, incluidos no aliados de EEUU, desconfían del aumento de la influencia y el poder de Pekín", explica el experto.
Menos de una quinta parte del comercio internacional tiene como destino EEUU, pero más de un tercio del comercio internacional se factura en dólares y casi el 60% de las reservas mundiales de divisas son en dólares. La invasión rusa a Ucrania ha demostrado que EEUU es el único país del mundo con capacidad para establecer sanciones económicas efectivas y dolorosas. Y se debe al poder del dólar en el comercio mundial. La una solución natural para China y sus socios comerciales, en particular los exportadores de energía y otros productos básicos, sería encontrar un nuevo activo de reserva de moneda no nacional para comerciar. La jugada se completaría con la creación de un FMI paralelo, un nuevo sistema de cambio y la ruptura con el dólar de países como Arabia Saudí. El impacto sería brutal y la caída del dólar sería del 25% frente a las divisas del nuevo orden.
El oro se sitúa en 3.000 dólares
"El próximo año será en que el mercado finalmente descubre que la inflación permanecerá alta", prevé Ole Hansen, estratega jefe de Saxo Bank. Esta perspectiva supone admitir que los bancos centrales han fallado en su objetivo de lograr una estabilidad en los precios y tiene implicaciones muy profundas. "El endurecimiento de la política de la Fed y retirada del QE provocan un nuevo problema en los mercados de deuda americana, que obliga a nuevas medidas extraordinarias para contener la volatilidad del mercado de bonos, que realmente equivalen a una nueva flexibilización cuantitativa", explica el analista para su cisne negro de 2023.
Por otro lado, pronostica que China se aleja por completo de su política de covid cero. La demanda china nuevamente impulsa un nuevo aumento profundo en los precios de las materias primas, lo que hace que la inflación se dispare. El ganador de esta inesperada situación sería el oro que llegaría a los 3.000 dólares. Hansen apunta a dos factores. Primero, los inversores prefieren el oro al agarrarse a una mentalidad de economía de guerra, los gobiernos realizan inversiones masivas en seguridad, energía, transición energética y cadenas de suministro. En segundo lugar, el oro se ve favorecido por el aumento de la liquidez mundial a medida que los bancos centrales intentan evitar una debacle en los mercados de deuda al modo inglés.
Dimisión sorpresa de Macron
Desgraciadamente, el mercado de bonos europeo está muy ligado a la inestabilidad política. Cuando el presidente galo Emmanuel Macron ganó un segundo mandato en mayo de 2022, creía que podía llevar a Francia por un camino real de reformas. Sin embargo, las elecciones legislativas de junio de 2022 le arrebataron a su partido la mayoría absoluta en el Parlamento francés. Los analistas de Saxo Bank imaginan un bloqueo político mayúsculo en Francia para el próximo año, que termina con la salida de Macron de la política. "En un discurso televisado, critica el punto de vista de la oposición de bloqueo absoluto y anuncia que se retira de la política", apuntan. "Mientras Francia se prepara para unas nuevas elecciones presidenciales, Macron decide hacer realidad su sueño desde hace mucho tiempo y crear una startup". La decisión provoca una fuerte volatilidad en el euro a corto plazo, pero a medio plazo "ocurre lo contrario, ya que la sensación de crisis cristaliza en una coalición antipopulista de base amplia con un nuevo liderazgo". La consecuencia en el mercado de bonos es que la deuda francesa converge con la alemana.
Reino Unido pide la vuelta a la UE
La política británica desde el Brexit lleva siendo un cisne negro en sí misma. De hecho, ahora mismo la estabilidad y la tranquilidad sería la verdadera sorpresa para el mercado. Saxo Bank como una previsión descabellada la victoria de volver a la UE en un segundo referéndum para final de 2023. ¿Cómo se llegaría a esa situación? El Brexit está siendo tal despropósito desde el principio, que ningún analista cabal sacaba fuera del tablero un paso atrás en cualquier momento. En la improbable pero plausible hoja de ruta de Saxo Bank. En 2023, Rishi Sunak hunde todavía más la popularidad de los tories, su programa fiscal lleva a Reino Unido a una recesión aplastante, con un desempleo disparado, estallan las protestas sociales pidiendo elecciones anticipadas.
"Sunak finalmente cede y convoca a elecciones", comenta la analista Jessica Amir. El actual primer ministro dimite y propicia una renovación del partido conservador en la oposición. El líder laborista Keir Starmer gana con el compromiso de celebrar un segundo referéndum sobre el Brexit. Un gobierno laborista toma el poder en el tercer trimestre con la firme intención de celebrar el 1 de noviembre de 2023 el referéndum del ReJoin. La victoria de la vuelta a la UE provocaría aumentos de la libra al abrirse la posibilidad de que Reino Unido recuperaría parte del negocio perdido en servicios financieros.
Derrota del Banco de Japón
Si Reino Unido ha sido uno de los focos de inestabilidad financiera mundial en 2022, Japón ha sido otro de los puntos calientes. El Banco de Japón se ha quedado solo en la política de tipos cero y su firmeza ha sido puesta a prueba en varias ocasiones este año. El cruce del dólar con el yen ha superado las 140 unidades y el interés del bono ha roto el 0,25%.
"El Banco de Japón ha movilizado cientos de miles de millones de dólares en sus reservas de divisas para defender su política monetaria", señala John Hardy, estratega de divisas de Saxo. Para 2023 se consumaría la derrota si la Fed vuelve a acelerar su política monetaria, con una inflación desatada por el conflicto bélico. El Gobierno y el banco central reconocería que han quemado más de la mitad de reservas de la institución, lo que provocaría que el dólar se disparara hasta los 170 yenes. Llegaría a los 180 con la presión de la inflación.
Japón sufriría la mayor crisis económica desde los noventa. Tokio tomaría la decisión desesperada de limitar la caída del yen hasta las 200 unidades frente al dólar, para intentar sanear su sistema financiero y repatriar los billones de yenes en ahorro extranjero. Las medidas provocaría que los intereses de la deuda se disparara al 2%, la inflación abrasaría a la economía, y el PIB llegaría a caer un 8% nominal, con graves pérdidas de poder adquisitivo para los ciudadanos.
Los activos de defensa se disparan
"En 2023 queda más claro que nunca que la UE necesita una defensa militar común", comentan desde Saxo Bank. El escenario bélico continúa en sus previsiones poco deseables, pero factibles. La invasión rusa de Ucrania ha provocado el mayor conflicto armado desde la Guerra de los Balcanes y una victoria republicana que se abra paso para las elecciones de 2024 con Trump al frente, supondría que el compromiso estadounidense con la alianza atlántica estaría en riesgo.
"En un movimiento dramático en 2023, todos los miembros de la UE se mueven para aprobar un ejército propio de la UE antes de 2028, con el objetivo de establecer fuerzas operativas terrestres, marítimas, aéreas y espaciales, con una dotación de 10 billones de euros", indican. Este escenario animaría el mercado de deuda europea e impulsaría una fuerte recuperación del euro gracias al impulso masivo de inversión. Otros activos ganadores serían las principales empresas de defensa europeas- "Superarán en un 25% al mercado y surgirá una ola de ETF asociados a estos activos", pronostica.
El Proyecto Manhattan en verde
No todas las previsiones de Saxo Bank son catastróficamente dañinas. También imaginan una alianza imposible entre las mayores tecnológicas del mundo y multimillonarios tecnófilos para crear un fondo de un billón de dólares para desarrollar una transición energética verde, justa, eficiente y que tenga la capacidad suficiente para abastecer con seguridad todos los proyectos de electrificación actuales y futuros.
"Sería el mayor esfuerzo de investigación desde el Proyecto Manhattan que desarrolló la primera bomba atómica y serviría para la investigación y desarrollo destinados a aprovechar el potencial de las nuevas tecnologías actuales", comentan los analistas de la firma danesa. "El fondo también se centraría en la integración, o cómo combinar nuevas fuentes de generación con la transmisión y la infraestructura de almacenamiento de energía", añaden. ¿Y dónde está la siniestra previsión? En el contexto donde se desarrollaría el superfondo. La creciente demanda de electricidad estaría a punto de explotar, no solo por la electrificación actual y planificada de las flotas de transporte, también por el proceso de digitalización a la que está sometida la economía mundial. Cada vez se necesita más energía para transmitir y almacenar los datos. "El desarrollo completo de las infraestructuras necesarias consumiría alrededor del 20% de la energía global en las próximas décadas, mientras el potencial de crecimiento de la energía parece muy limitado, por un lado, por los combustibles fósiles son inaceptablemente sucios y las alternativas como eólica o solar son frustrantes, difusas e intermitentes".
Prohibida la carne
La producción de carne siempre está en el centro del debate del cambio climático. Más de un tercio de los granos de cereales que se cultivan en todo el mundo se utilizan para la alimentación animal y alrededor del 8% de la tierra cultivable del mundo se destina al pastoreo. A escala mundial, la producción de alimentos es responsable de un tercio de todas las emisiones de calentamiento del planeta, y el uso de animales para obtener carne representa el doble de la contaminación por la producción de alimentos de origen vegetal, explica Charu Chanana, analista de Saxo Bank. Para la experta, el shock vendría si un país de los grandes productores de carne diera el paso para prohibir la producción de carne a partir de 2030, para conseguir los objetivo de reducción de emisiones.
La experta recuerda que países como Suecia, Reino Unido, Francia y Dinamarca tiene compromisos firmes en alcanzar emisiones cero. "Para alcanzar el objetivo de emisiones netas cero para 2050, un informe estima que el consumo de carne debe reducirse a 24 kilos por persona por año, el promedio actual de la OCDE se sitúa en 70 kilos", subraya. El primer país en adoptar medidas duras, gravará con fuerza el consumo de carne. El sector de la alimentación sufrirá una fuerte volatilidad, si se cumple esta perspectiva.
Eliminación de paraísos fiscales
La economía de guerra significa levantar las alfombras hasta recuperar el último centavo. Teniendo en cuenta que los paraísos fiscales cuestan a los gobiernos hasta 600.000 millones de dólares, la OCDE, patrocinada por EEUU y la UE, se moverá rápido para terminar con las Bermudas, Bahamas o las Islas Caimán como las zonas oscuras del sistema fiscal internacional. Peter Garnry, analista jefe de renta variable de la firma danesa, apunta a esta dirección en sus previsiones horripilantes para 2023. Lo que debería ser una buena noticia, tiene su lado oscuro. Prácticamente, el sector capital privado y de capital riesgo quedaría destruido. Muchas operaciones corporativas se realizan con capital procedente de estas jurisdicciones. La prohibición de la OCDE significaría que las adquisiciones en los países de la OCDE no se pueden realizar con dinero proveniente de entidades de paraísos fiscales. En EEUU, los flujos procedentes de paraísos fiscales quedarían gravados como ganancias de capital.