
Algunos de los países más grandes de Asia, que suman una población de más de 3.000 millones de personas, van en la dirección equivocada desde el punto de vista de la inversión sostenible. Esta es la principal conclusión de la última versión del Informe Candriam de Sostenibilidad Soberana 2022, que se actualiza anualmente.
Según el modelo de la gestora (que evalúa la idoneidad relativa de un país para la inversión sostenible a partir del rendimiento de 123 países en cuatro pilares del capital sostenible), China, India, Indonesia y Malasia se enfrentan a una importante presión a la baja, "lo que les confiere una perspectiva menos atractiva para la inversión sostenible", concluye el estudio.
Por el lado del capital humano, India y Pakistán están fuera de los 100 primeros países en seguridad alimentaria, e Indonesia no está muy por encima, en el puesto 94. En lo que respecta al capital natural, China, Malasia e Indonesia se sitúan fuera de los 100 primeros países, mientras que en capital social, la peor tendencia se observó en Hong Kong, con los esfuerzos de Pekín por minorar el sistema democrático presente a día de hoy. Y por último, en lo que se refiere al capital económico, la región sigue siendo el mayor consumidor de carbón del mundo, "lo que constituye la base de su mala puntuación".
El informe también advierte de que invertir en países autocráticos no es rentable a largo plazo. De acuerdo al marco de Candriam, los regímenes autocráticos no son aptos para la inversión sostenible. "Históricamente, la democracia y el respeto de los derechos humanos han tenido un impacto positivo en los resultados económicos de los países y, por tanto, en su capacidad de reembolso de la deuda", observa el informe. "Mientras los inversores han seguido volcando su dinero en la deuda soberana de las autocracias atraídos por las ganancias a corto plazo, el análisis de Candriam muestra que esto no está generando alfa a largo plazo y, desde un punto de vista fiduciario, debería evitarse", concluye.