Madrid, 17 dic (EFECOM).- Juzgados de instrucción de Madrid y Toledo investigan un presunto fraude en el "envejecimiento en barrica" de varias marcas de ron y güisqui denunciado por el empresario Manuel Puig Sepúlveda, que ha aportado diversos análisis que, a su juicio, lo acreditan.
Las denuncias judiciales por posible delito de estafa, fraude a los consumidores, publicidad engañosa y contra la salud pública afectan a más de una decena de marcas de güisqui y otras tres de ron, que son comercializadas por las compañías Diageo, Larios Pernod Ricard y Bacardí.
Desde la Federación Española de Bebidas Espirituosas (FEBE) han calificado de "infundada" estas denuncias, que -aseguran- vienen de un empresario que nunca podría ser admitido en FEBE por no cumplir "con los requisitos mínimos" en el envejecimiento y embotellado del güisqui.
Por su parte, Diageo ha señalado que "nosotros llevamos 150 años comercializando con estos productos, acordes con las marcas y los mayores requisitos estándares de calidad en almacenaje y producción". Larios Pernod Ricard y Bacardí no han querido, hasta el momento, hacer ninguna valoración de estas denuncias.
El juez de Madrid ya ha acordado que el Laboratorio Arbitral Agroalimentario, dependiente del Ministerio de Agricultura, realice un examen del alcohol y de otros componentes detectados en estas bebidas, como pudiera ser el extracto de roble.
Los análisis aportados por Puig ponen de manifiesto que en varias marcas de ron falta alguno de los componentes que la barrica de roble debe aportar (asculetina, ombeliferona y metil ombeliferona) y, sin embargo, existen otros en "proporciones no razonables" (como la vainilina, la escopoletina y el siringaldehido).
Esta circunstancia, según el denunciante, indica que "se puede estar cometiendo un doble fraude", pues se comercializa un producto como si hubiera estado en barrica de madera cuando los parámetros analizados no lo indican y, al tiempo, se incorporan a estas bebidas aditivos para simular ese efecto de la madera en sus sabores y olores.
En cuanto al güisqui, los análisis aportados por Puig señalan que existen añadidos artificiales para simular el efecto de la maduración de esta bebida alcohólica.
Sin embargo, la Asociación de Productores de Whisky de Escocia (SWA, por sus siglas en inglés) ha indicado a EFE que estos análisis no han sido realizados "correctamente", que el método del Carbono-14 aplicado no vale y que el Gobierno británico ha concedido certificados de envejecimiento.
La SWA asegura que los análisis aportados por el empresario español "tienen numerosos defectos", no contienen datos sobre "el origen, la fuente de las pruebas, ni sobre los lugares de adquisición de las botellas" y no llegan a "ninguna conclusión" sobre el envejecimiento del güisqui.
Puig, dedicado a la comercialización de vinos, comenzó a analizar las marcas de güisqui que llegaban a España tras ser denunciado en abril de 2003 por la SWA, que le acusó de importar güisqui escocés para su embotellado en una planta industrial en la provincia de Toledo y no seguir los parámetros obligados por esta asociación para esta bebida alcohólica.
El Juzgado de Instrucción número 2 de Orgaz archivó la demanda de SWA contra el empresario español, aunque ahora esta asociación se plantea presentar una demanda contra Puig por denuncia falsa.
Por su parte, Puig denunció a distintos miembros de la Asociación de Productores escoceses de güisqui como Diageo y Larios Pernod Ricard en el mismo juzgado toledano, que decidió trasladar las diligencias a los juzgados de instrucción de la capital madrileña. EFECOM
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