
El complejo escenario macrofinanciero impone una mayor cautela en el crédito bancario y amplía el negocio para los fondos de deuda, que crecen a tasas del 15% anual en España. Los expertos hablan de la tormenta perfecta que augura el previsible despegue final del direct lending en España. Aunque la deuda bancaria concentra cerca del 80% de la financiación corporativa y sigue siendo sustancialmente más barata, el diferencial con el direct lending se está acortando.
"La deuda se encarece, pero lo hace asimétricamente", matiza Carlos Paramés, codirector de Houlihan Lokey Corporate Finance. "Lo hace mucho más por parte de las entidades financieras que por los fondos de deuda. El diferencial entre ambos se estrecha y, en sectores más atractivos desde el punto de vista inversor, está incluso en mínimos históricos", añade. Ese mayor coste del direct lending responde, según los expertos, a la posibilidad de ofrecer una mayor flexibilidad en estructuras y plazos.
Uno de los desafíos actuales de la banca es la existencia de antiguas transacciones pendientes de sindicar. "No es un problema de riesgo crediticio, sino de las operaciones que no se terminan de colocar por eventuales desajustes entre el precio de cierre y el actual. Es decir, entre oferta y demanda de crédito", explican Juan Barona y Begoña Martínez, socio y counsel de bancario en Linklaters.
Este cambio de paradigma debería abrir nuevas oportunidades para la financiación alternativa en operaciones donde es necesario incrementar el nivel de apalancamiento que las entidades financieras puede asumir en solitario. Un segundo supuesto es la búsqueda de estructuras de financiación que ejerzan poca presión sobre los flujos de caja de las compañías, incorporando tramos con una única cuota al vencimiento del crédito (bullet).
Ajuste en márgenes
Subsanado el tema de la calidad crediticia, Ignacio Martínez, socio de Corporate Finance de KPMG, afirma "estar encontrando una mayor predisposición para financiar por parte de los actores de financiación alternativa". De hecho, grandes operaciones de 2022 en España se han financiado con deuda privada a precios muy atractivos. "Costes casi ajenos a la tormenta de los mercados de deuda públicos", matiza Carmen Alonso, consejera delegada para Iberia y Reino Unido de Tikehau Capital. "Hemos sido uno los fondos pioneros en ajustar márgenes", añade Alonso. "Dependiendo del sector y la compañía, la capacidad de apalancamiento se reduce en un momento de adaptación a la nueva realidad de mercado".
Ignacio Ruiz-Cámara, socio de bancario de Allen & Overy, confirma que la banca no está en retirada. "No hay un parón del crédito como en la crisis anterior, pero la banca está siendo más cautelosa y, por tanto, dejando más margen para la financiación alternativa. Pese a ser más cara que la deuda bancaria, sus principales fortalezas son la rapidez y la flexibilidad".
Grandes operaciones recientes así lo muestran. Fremman recibió financiación de Tresmares para tomar el control de The Natural Fruit Company. Ares participó en la financiación a Archimed para adquirir Suanfarma. CVC también financió la compra de Neolith con 350 millones del fondo Pemberton. Garnica, vendida por ICG a Carlyle por 500 millones, también se ha financiado con fondos y bancos.
No hay parón del crédito como en la crisis anterior, pero la banca se muestra más cautelosa
Juan Barona, socio de Linklaters, recuerda que el coste de la financiación alternativa depende en gran medida del perfil de la compañía, su destino y el retorno objetivo. "Nos estamos encontrando con fondos de direct lending que están cobrando un 6%-7% vs el 2%-3% que puede ofrecer un banco para una compañía tradicional. Aunque el coste sigue siendo el doble, el gap es ahora inferior respecto a los años anteriores", matiza.
En este sentido, Begoña Martínez, counsel de bancario de Linklaters, confirma que el direct lending ya no es un plan B para fondos y empresas. "Tradicionalmente se recurría al direct lending cuando no se lograba la financiación bancaria necesaria o por el importe deseado. En el actual entorno de volatilidad algunos fondos de deuda están recibiendo incluso más propuestas de las que realmente pueden absorber en algunas jurisdicciones o sectores, por lo que pueden ser más selectivos y elegir dónde quieren invertir", añade Martínez.
En definitiva, los expertos coinciden en que el crédito bancario no se suprime, se complementa, apoyando tanto al private equity como a compañías españolas en sus adquisiciones y planes de crecimiento. En un entorno de apalancamientos más conservador y precios de la financiación al alza, la desintermediación bancaria ha llegado para quedarse. "El mercado camina hacia una mayor colaboración, con estructuras híbridas que combinan lo mejor de ambos mundos", concluye Ignacio Ruiz Cámara.