
La oleada de compras de renta fija que comenzó a mediados de junio parece haber quedado ya en un espejismo. El índice de deuda mundial que pondera Bloomberg alcanzó ese mes una rentabilidad a vencimiento del 3,20%, un nuevo máximo que no se veía desde el año 2011 y, en ese punto, los inversores regresaron a la renta fija, llevando la rentabilidad a vencimiento hasta el 2,6% en el índice.
Ahora, sin embargo, las ventas han regresado. El mes de agosto no ha sido nada positivo para la renta fija, y el selectivo de deuda mundial vuelve a generar pérdidas por precio del 19,6% desde los máximos de 2020.
Las caídas han dado un empujón a la rentabilidad a vencimiento que ofrece el selectivo, hasta volver a situarla por encima del 3%. Ayer esta alcanzó el 3,02% de rentabilidad, en un momento en el que los inversores están volviendo a descontar que la Reserva Federal estadounidense va a endurecer su política monetaria a un ritmo más fuerte de lo que se esperaba.
Después del último discurso de Jerome Powell, presidente de la Fed, la semana pasada en Jackson Hole, los mercados vuelven a esperar una subida de tipos de 75 puntos básicos para el mes de septiembre, lo que reduce el atractivo de la renta fija para los inversores. Powell quiso dejar claro en su discurso que los tipos de interés se mantendrán altos durante el tiempo que sea necesario, echando un jarro de agua fría a quienes esperaban que se produzcan recortes de tipos el próximo año, algo que han llegado a descontar los mercados en los últimos meses.
Las ventas están siendo especialmente significativas en los bonos del Tesoro estadounidense. La curva de intereses está invertida, con el bono con vencimiento a 2 años ofreciendo más rentabilidad que el de 10 años, y alcanzando ayer, por primera vez desde 2007, el 3,49% de rentabilidad a vencimiento, con el bono a 10 años en el 3,11%.
"Con la previsión de que la inflación se modere a un ritmo todavía superior al objetivo, creemos que la Fed llevará a cabo un endurecimiento adicional este año y luego mantendrá los tipos incluso cuando la economía estadounidense se ralentice en 2023", explican Tiffany Wilding y Allison Boxer, economistas para América del Norte de Pimco, uno de los mayores inversores en renta fija del planeta.