
La bajada de tipos de interés que llevó a cabo del Banco Popular de China este fin de semana no ha frenado el atractivo del bono chino para los inversores.
Después de cerrar el lunes con una caída de la rentabilidad, al recibir compras netas, el martes se ha repetido esta operación, con el bono chino en divisa local reduciendo su rentabilidad a vencimiento hasta el 2,63%, después de cerrar el lunes en el 2,66%.
Es lógico que los inversores en deuda china vean con buenos ojos el último movimiento del banco central de China, ya que, al bajar la referencia de tipos en el país, el precio del bono se adapta a la nueva realidad.
Sin embargo, los inversores no solo han reaccionado a esta decisión de China: los bonos del gigante asiático han sido objeto compras neto por parte de los inversores internacionales durante todo el mes de julio. Esos compraron 3.300 millones de yuanes (486 millones de dólares al cambio) durante el séptimo mes del año, el primero desde enero en el que ha habido entradas de dinero netas por parte de extranjeros en el bono de China.
Es cierto que julio ha sido un oasis en lo que ha sido la tónica general del año, en el que se han producido ventas netas por casi 200.000 millones de yuanes en estos títulos, pero parece que, en el 2,85% de rentabilidad que llegaron a alcanzar, como máximo mensual, en julio, los mercados han visto una buena oportunidad para diversificar las carteras con estos títulos.
¿Hasta cuándo durará esta fiebre por la deuda china? Para aquellos inversores que esperen que el banco central de China vuelva a repetir un movimiento de bajada de tipos, esto podría ser una oportunidad para aumentar la exposición a la deuda del país.
La otra cara de la moneda, sin embargo, existe el riesgo de que, en un momento dado, el bono chino empiece a no ser una alternativa atractiva frente a los títulos de otros países, como el estadounidense. Todo dependerá de los niveles de rentabilidad que lleguen a tocar, en comparación con los títulos americanos, y también con la percepción de riesgo que tengan los inversores a la hora de comprar deuda china.
No hay que olvidar que el país está atravesando momentos complicados, y de ahí la reacción del banco central chino.