
"Si quieres hacer un master en renta fija este es un buen año para estar en el mercado; está siendo muy interesante". Con esta frase, Enrique Lluva, director de renta fija en Imantia Capital, describe lo que está siendo 2022 para quienes gestionan carteras de renta fija.
Está siendo un año intenso, en el que las pérdidas han llegado a ser las más elevadas que se han visto nunca en el mercado de deuda, y se han producido a una velocidad endiablada.
La volatilidad también es fuerte, con unos bonos soberanos que caen más de un 10% en el año en Estados Unidos y las principales plazas europeas, a pesar de que, en apenas un mes, han recuperado más de un 8% en el caso de los bonos alemanes, españoles e italianos, y un 6,5% en el T-Note estadounidense.
Estas subidas en los precios de los bonos, que han llevado al Bund, por ejemplo, a pasar del 1,8% de rentabilidad a bajar del 1% en pocas semanas, ahora plantean la incógnita: ¿es buen momento de regresar a la renta variable o podrían volver las ventas? 21 expertos han participado en la última encuesta sobre renta fija de elEconomista, y sus respuestas ilustran la división que existe entre los propios analistas y gestores, en un año muy complicado para la renta fija.
La opinión mayoritaria, con el 43% de los participantes de la encuesta, es que aún no han terminado las caídas en el mercado de renta fija este año. Un 38,1%, sin embargo, sí lo cree, mientras que el 19% restante no tiene una opinión clara en este momento, o ha preferido no contestar directamente a la pregunta. Hay que recordar que se trata de un mercado muy amplio y que, a ojos de muchos analistas, aunque consideren que la travesía en el desierto de la renta fija no ha terminado, admiten que ya hay algunas oportunidades en los mercados que se pueden aprovechar.
¿Por qué seguirán las ventas?
La gran pregunta que muchos analistas se están haciendo es si los mercados han descontado todo el proceso de endurecimiento de la política monetaria de los bancos centrales, o si todavía está pendiente poner en precio totalmente esta tendencia. Si los tipos de interés de los bancos centrales aumentan, el mercado de bonos se adapta a las nuevas rentabilidades. "Es posible que, sobre todo en Europa, los tipos libres de riesgo tengan que subir todavía más para poder controlar las presiones inflacionistas", explica Álvaro Sanmartín, socio y economista jefe de MCH Investment Strategies.
"A pesar de que ya se ha puesto en precio una gran parte del cambio de política de los bancos centrales, todavía hay espacio para más volatilidad e incrementos de las rentabilidades de los bonos", señala Sven Langenhan, director de carteras de Flossbach Von Storch.
Por su parte, desde Dunas Capital AM consideran que "es difícil afirmar que ya hemos visto los mínimos absolutos [en precio], sobre todo adentrándonos en el mes de agosto donde la iliquidez se traslada especialmente al crédito, pero sí que creemos que tenemos ya rentabilidades suficientemente atractivas en algunos bonos para construir carteras de calidad y rentabilidad para varios años".
Argumentos en contra
"Creemos que el mercado de renta fija está cerca de una estabilización, ya que los bonos probablemente ya están poniendo en precio todas las decisiones de política monetaria por parte de los bancos centrales", considera Massimiliano Maxia, especialista de renta fija de Allianz GI.
En el mismo sentido, Germán García Mellado, gestor de renta fija de A&G Banca Privada, cree que "nunca sabremos con certidumbre qué van a hacer los mercados en el futuro próximo, pero sí se están dando condicionantes que hacen pensar que el pico de rentabilidades se encuentra en niveles cercanos a los actuales", reconoce, y considera que "de cara a construir carteras con un horizonte temporal a medio plazo, puede ser buen momento para invertir en renta fija", explica.
La mayor parte de expertos, como Víctor Alvargonzález, socio fundador de la firma de asesoramiento independiente Nextep Finance, distinguen entre mercados y geografías: "En Estados Unidos es muy probable que las ventas ya hayan terminado. Al bono americano a 10 años le está costando mucho superar el 3% de rentabilidad anual. A lo mejor los plazos medios y cortos podrían subir algo más si finalmente el país entra en recesión, pero tampoco mucho", indica. Sin embargo, en el caso de Europa, "es otra cuestión", recuerda, y cree que "todo va a depender de lo que ocurra con las primas de riesgo".
Qué comprar y qué evitar
Los analistas están convencidos de que ahora hay que centrarse en los bonos con mejor calidad crediticia. Los bonos con mejor rating son la opción favorita de los encuestados en este momento, y el activo para el que tienen peores perspectivas también lo corrobora: los bonos sin grado de inversión son la opción que hay que evitar según la mayor parte de expertos.
El crédito corporativo también es una buena opción, y en tercer lugar, como favorito, defienden los bonos del Tesoro estadounidense.