Sorpasso histórico entre los dos grandes de la aeronáutica mundial. Airbus finalmente ha logrado superar en valor a su rival y, hasta ahora, empresa más valiosa de la industria, Boeing. A pesar de que el fabricante europeo cede un 1,91% en los últimos compases de las bolsas europeas, Boeing ha abierto con una abrupta caída del 6% que ha provocado que su capitalización bursátil caiga hasta los 79.590 millones de euros frente a los 84.930 millones a los que cotiza su rival.
Está siendo, sin duda, un año muy duro para el sector entre las perspectivas macroeconómicas y la guerra de Ucrania. La volatilidad ha sido máxima y, a pesar de que el fabricante europeo logra contener la hemorragia perdiendo 'solo' un 8,59% en lo que va de año, la situación de Boeing está siendo crítica en el parqué, con un desplome del 31,87% en 2021. La caída en picado de la estadounidense es la que explica este adelantamiento en un momento crítico.
El fuerte descenso de Boeing en el día de hoy viene después de que la empresa vea peligrar su posición entre sus clientes por el retraso de su modelo 737 Max 10. Este avión es la gran esperanza para seguir compitiendo con Airbus pero se prevé que haya un retraso por motivos regulatorios en su lanzamiento al mercado, incluso se pone en duda su puesta en marcha.
De este modelo dependen 16.000 millones de dólares y se trata de la puerta de entrada para volver a competir en el mercado de aviones medianos del que han desaparecido desde los accidentes con sus 737 Max. "Tienen un escenario de pesadilla en el que, si no obtienen la certificación Max 10, abandonan la mitad del mercado, posiblemente para siempre", dijo Richard Aboulafia, director gerente de AeroDynamic Advisory.
La distancia entre ambas firmas llegó a parecer insalvable, pero las crisis que se llevan sucediendo desde el año 2018 han ido recortando la distancia. La primera crisis de Boeing llegó con los accidentes de su modelo 737 Max en Malasia y Etiopía. Ambos incidentes se cobraron la vida de 346 personas. Estos incidentes obligaron a suspender este modelo de avión y llevó a la compañía a reducir sus márgenes de ganancias por las compensaciones a las víctimas, rediseño y ajuste para poder volver a los cielos, además de la reducción de pedidos por la falta de este avión.
Cuando la empresa finalmente veía la luz, se enfrentó al covid, que afectó drásticamente a todo el sector aéreo, desde aerolíneas hasta fabricantes, que ante el cierre del turismo y la caída de la demanda de vuelos, se cortaron en buena medida los pedidos. Una vez superada (al menos en su peor parte) la pandemia, ahora la empresa se encuentra con una amenaza seria de recesión en Estados Unidos y un entorno de fuerte inflación y subidas de tipos para detenerlas.
Airbus también se encuentra en un momento complicado, no en vano perdió un 60% de su valor con la aparición de la pandemia y , a pesar de haber rebotado con fuerza desde entonces, aún se encuentra un 22% por debajo de sus cifras previas al coronavirus. Sin embargo, Airbus no tiene un entorno de subidas de tipos tan agresivo como el que se enfrenta la economía estadounidense.
Respecto a los pedidos, Airbus fue superior en 2021 en número de entregas gracias a una avalancha en la recta final del año. Según datos de Bloomberg Boeing ha entregado 340 aviones en 2021 en comparación con los 611 de Airbus. Una diferencia que, debido a los problemas regulatorios que amenazan al 737 Max 10, podrían consolidarse en futuro. Un futuro que asusta a los inversores y que ha provocado un sorpasso histórico.