
Durante las últimas semanas estamos asistiendo a unas caídas que han servido para que las bolsas hayan desandado gran parte de la fuerte subida que nació en los mínimos del pasado 7 de marzo que, como ya les señalaba hace un par de semanas, podría ser el primer tramo de un proceso de rebote que en muchas ocasiones suele tener dos patas, de ahí que no descarte la posibilidad de asistir a un contraataque alcista como el que estamos viendo durante las últimas sesiones.
En el caso del EuroStoxx 50 la caída se ha quedado muy cerca de alcanzar la zona de los 3.600/3.630 puntos (mínimos en 3.675), que es el ajuste del 61,80/66% de todo el rebote anterior y el entorno al que sugería esperar antes de plantearse compras agresivas que buscaran precisamente la posibilidad de asistir a esa segunda pata.
Mientras al otro lado del Atlántico el Nasdaq 100 y el S&P 500 no pierdan los mínimos de marzo, tales como son los 13.000 y los 4.100 respectivamente, que han sido puestos a prueba esta semana, no se podrá descartar la posibilidad de asistir a esa segunda pata alcista en las bolsas europeas, que podría llevar al EuroStoxx 50 a intentar marcar un nuevo máximo sobre los 4.025 puntos, que es el nivel donde terminó la primera pata del rebote. Si eso sucede habrá que estar pendientes de ver si ese rebote logra batir la resistencia clave de los 4.050 puntos, algo que nos advertiría de un escenario más lateral que bajista en próximos meses, con base y suelo en los 3.400 y techo en la zona de los 4.400 puntos.