Bolsa, mercados y cotizaciones

Las cotizadas españolas 'encandilan' al fondo privado

  • La gran liquidez que atesoran los fondos genera un claro desequilibrio
  • Las atractivas valoraciones apuntan a próximos movimientos

Los grandes fondos miran este año hacia las cotizadas españolas. En un contexto de liquidez en máximos y de creciente presión por invertir y generar retornos, los expertos consultados por elEconomista coinciden en el  interés de los principales gestores internacionales de capital privado por aprovechar las bajas cotizaciones actuales de algunas compañías. En paralelo, parece consolidarse otra tendencia a largo plazo: las empresas optan cada vez más por recabar capital privado en lugar de salir a cotizar y/o deciden retrasar sus Ofertas Públicas de Venta (OPV).

Pero este apetito del capital riesgo por el parqué no es algo nuevo. En 2003, la exclusión de Parques Reunidos de bolsa por parte del fondo estadounidense Advent pasó a la historia como la primera operación de public to private (Ptop) realizada por un fondo de capital privado en España. Desde aquella opa valorada en 240 millones de euros, las incursiones de los fondos en cotizadas no han cesado y, hoy por hoy, las gestoras siguen buscando activamente oportunidades. Las importantes caídas en el precio de las acciones de algunas empresas españolas apuntan a próximos movimientos, tanto posibles opas como nuevos procesos de Public to Private (PtoP) para sacar compañías de bolsa de gran valor a precios ajustados. Una oportunidad tanto para los grandes fondos como para las cotizadas, que podrían operar a medio y largo plazo sin la volatilidad de los mercados de capitales.

Si echamos la vista atrás, por volumen destaca la opa lanzada en 2020 por KKR, Cinven y Providence sobre la operadora de telecomunicaciones MásMóvil, valorada en 4.724 millones de euros. El desembarco de CVC en Naturgy realizado en 2018, ahora en proceso de escisión en dos cotizadas y la entrada del fondo Carlyle en la petrolera Cepsa en 2019, cifrada en 3.816 millones de euros, también marcaron hitos, como la toma de control del fondo estadounidense KKR, en coinversión con Artá y Torreal, de la cadena Telepizza.

Los grandes fondos ven en las cotizadas un apetitoso bocado para impulsar proyectos de crecimiento en sectores en plena transformación y consolidación

Las citadas fuentes coinciden en que el principal factor que explica la búsqueda activa de oportunidades de inversión en Bolsa es la posibilidad de comprar activos a precios mucho más asequibles sin olvidar, por supuesto, el gran momento de liquidez histórica del que goza el capital privado, favorecido por una captación de fondos récord los últimos años. A los citados factores se suma también la dificultad de identificar oportunidades de inversión a precios atractivos en un contexto de múltiplos al alza y en un mercado que se ha estrechado por el impactado de las sucesivas crisis. La irrupción del Covid-19 ya generó un mercado binario y claramente diferenciado entre aquellos sectores de actividad que se han visto perjudicados y los favorecidos, una tendencia acelerada por la invasión rusa de Ucrania y las tensiones inflacionistas y macroeconómicas. Se pueden diferenciar dos grandes grupos de cotizadas "candidatas". Por un lado, empresas cíclicas con fuertes caídas y potencial de crecimiento y revalorización fuera de la bolsa y, por otro, aquellas que, aunque relativamente caras, operan en sectores muy bien posicionados para el mundo pospandemia y en nichos que gustan especialmente al capital privado.

Exuberante liquidez

La gran liquidez que atesoran los fondos genera un claro desequilibrio entre oferta y demanda. España es un mercado típicamente de pymes, estrecho y reducido en número de compañías de cierto tamaño. Los grandes fondos necesitan abordar operaciones de mayor tamaño y más complejas. Es previsible que esta tendencia se mantenga, impulsada por la elevada disponibilidad de capital y la capacidad de apalancamiento financiero. Como no podía ser de otra manera, el mercado mira con lupa la exuberante liquidez en manos del private equity, con 5.000 millones de euros disponibles para las gestoras privadas españolas (dry powder, en la jerga). Sin duda, frente a la crisis financiera anterior, la situación es muy distinta, con un sector bancario más saneado y más proveedores de financiación alternativa dispuestos apoyar las futuras operaciones.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky