Plantas con producción paralizada, cadena de suministro rota y recortes en las perspectivas de facturación. Esta es la situación que Nike afronta en este 2021 que, con una red de producción global con el grueso de sus plantas en el sudeste asiático (Vietnam), ha sido uno de los principales afectados por los cuellos de botella que asolan al mundo. Sin embargo, el mercado cree que la firma estadounidense podría haber encontrado en esta crisis una gran ventaja y, mientras que su rival, Adidas, cae un 12% este 2021, el gigante del textil avanza un 20% y un 17% en los últimos tres meses.
Ben Laidler, experto en mercados globales de la plataforma de inversión en multiactivos eToro, explica a El Economista, la propia crisis de suministro "ha beneficiado a Nike". El principal motivo es que la empresa está priorizando sus ventas directas al consumidor por delante las cuentas mayoristas. Una transición hacia un modelo que ofrece rentabilidades mucho mayores y que la crisis está acelerando.
Las tiendas de textil y los gigantes como Nike no tendrán stock suficiente para abastecer toda su demanda, por ello los analistas creen que podrá elegir y que pondrá el foco en sus propias tiendas, incrementando de forma notable su posición en el mercado minorista. Esto significaría, que obtendría un beneficio mucho mayor a pesar de que sus ingresos totales bajen. Desde eToro remarcan que "en este sector han aumentado más del 16% en comparación con el año pasado" lo que disparará los beneficios un 30% durante el próximo año.
A pesar de las buenas noticias, los riesgos siguen ahí. Las alarmas se dispararon cuando, a finales de septiembre, Nike presentó sus resultados. A pesar de que elevó un 16% las ventas, la empresa anunció que recortaba sus previsiones para el conjunto del año por el golpe de la cadena de suministro. La empresa de Oregón tiene más de 200 fábricas en Vietnam dedicadas al calzado y, con la variante Delta disparándose, perdieron meses de producción. En consecuencia el crecimiento de sus ingresos frente a 2020 sería a un solo dígito cuando previamente aseguraron que superaría con creces ese 10%.
Sin embargo, en esa misma presentación los directivos de Nike remarcaron las oportunidades que ofrecía la crisis de suministro para reforzar la dirección que ya habían trazado en su plan estratégico, la reducción del peso de las cuentas mayoristas. "Las marcas más fuertes saldrán reforzadas tras los cuellos de botella", explicaba el director financiero Matt Friend.
Under Armour subiendo un 38% y Puma se dispara un 18%
Los expertos coinciden con este tesis y, en consecuencia, creen que la acción de Nike esta por debajo de lo que debería costar. El consenso de Bloomberg le otorga a la empresa un valor por título de 180 dólares frente a los 170 a los que cotiza actualmente. Una diferencia que contrasta con la realidad de un sector muy castigado por los problemas macro y los desafíos que ha planteado la pandemia.
El resto de empresas estadounidenses centradas en el deporte viven una situación similar, con Under Armour subiendo un 38% y Puma se dispara un 18%. Todas estas compañías se están beneficiando, además, de un mercado minorista boyante en Estados Unidos. De hecho, las últimas cifras fueron la mayor subida en 7 meses con un crecimiento del 1,7%, hasta los 638.200 millones de dólares ya llevan tres meses al alza. Al otro lado del atlántico, en el viejo continente, esta cifra solo subió un 0,2% en octubre. Por ello, Adidas, con fuerte presencia en esta región, no se suma a la tendencia en bolsa de estas compañías.
Pero no es el único motivo por el que la firma alemana no convence a los mercados. Desde eToro creen que" ha llegado tarde al floreciente mercado del Athleisure (prendas deportivas no para hacer deporte, sino para la vida cotidiana)". Con la llegada de la pandemia millones de personas decidieron ponerse el chándal y aún no se lo han quitado y creen que Nike ha tomado la delantera frente a Adidas donde "tiene una participación de mercado mayor".
No todo son buenas noticias
A pesar de que todos reconocen las buenas perspectivas que pueden tener empresas como Nike, otros analistas avisan de que el mercado podría estar infravalorando los riesgos a los que se enfrenta. De este modo, Creditt Suisse, a pesar de que reconocen que tiene "una perspectiva de demanda envidiable", afirman que han reducido sus posiciones en la compañía por la crisis. En su último informe, lo justificaban diciendo que "el impacto del covid tendrá una huella significativa en sus resultados en 2022".