Los estrategas de J.P. Morgan estiman que la renta variable seguirá subiendo el próximo año y no observan que la reciente volatilidad impulsada por la nueva variante cambie las reglas del juego.
De hecho, el equipo liderado por Mislav Matejka, estima que incluso bajo un escenario adverso, donde ómicron causase una mortalidad relativamente alta y que las vacunas actuales no funcionasen, el banco cree "que esto sólo retrasaría la subida del mercado, en lugar de anularla".
Según explica Matejka en un informe distribuido entre sus clientes, es probable que los inversores se posicionen para valorar las vacunas rediseñadas a partir de principios del año que viene, por lo que la ventana para la precaución tras el susto de ómicron podría no ser tan larga.
"Fundamentalmente, creemos que la actividad de China está tocando fondo y que se avecina un contexto político más favorable. Además, no vemos que los principales bancos centrales se vuelvan cada vez más agresivos, en relación con los precios actuales de los futuros, por lo que el reciente aplanamiento de la curva podría estar siendo exagerado", justifican.
Además, el Índice Dólar (DXY) no está entrando en 2022 con un récord de ventas mientras la rentabilidad de la renta variable frente a la renta fija sigue siendo muy clara. Para los estrategas de J.P. Morgan los mercados emergentes y China podrían suponer una oportunidad el próximo año.
Para 2022, J.P. Morgan proyectamos una mejora de la demanda/oferta de renta variable de alrededor de 1,1 billones de dólares con respecto a 2021. Esto es similar a la mejora estimada este año en relación con 2020, cuando la renta variable mundial representada por el índice MSCI World ha subido alrededor de un 15% incluso después de la reciente corrección.
