
La renta variable mundial ha registrado entradas por valor de más de un billón de dólares durante las últimas 51 semanas, según los datos recopilados por Goldman Sachs. Esta es la mayor dinámica en la estructura del mercado del año. Para contextualizar, el anterior mejor registro fue de 250.000 millones de dólares, es decir, el ejercicio en curso es 4 veces mayor. A lo largo de la semana pasada hubo una demanda diaria en acciones globales de 18.000 millones de dólares al día.
"La locomotora del flujo de dinero hacia la renta variable sigue creciendo para cerrar el año y se acelerará agresivamente en noviembre. Veremos masivas entradas mensuales en noviembre y la demanda corporativa (recompras) aumentará después de que el 47% del S&P 500 dé a conocer sus cuentas en la próxima semana", avisa Scott Rubner, estratega de la división de Mercados Globales de Goldman.
Recta final del año
Según sus cálculos, a medida que gran parte de los componentes del S&P 500 presenten sus cuentas se espera que las empresas estadounidenses compren 3.800 millones de dólares de acciones al día.
La semana pasada, este indicador registró su 55º máximo histórico de 2021 tras 7 subidas consecutivas y su nivel más alto desde el 2 de septiembre. El índice ha registrado un nuevo máximo histórico en todos los meses de lo que va de año y eso solo ha ocurrido una vez más (en 2014) desde 1928. Echando la vista atrás, se han registrado 15 episodios desde entonces en los que el S&P 500 ha subido más del 20% o más hasta octubre.
La rentabilidad media para el resto del año (los dos últimos meses) es del 5,92%, con una tasa de acierto del 80%. Rubner estima que el único factor que podría frenar esta euforia reside en los anuncios que puedan hacer los demócratas en materia tributaria para financiar la agenda económica del presidente de EEUU, Joe Biden.