Wallbox comenzó a cotizar esta semana en la Bolsa de Nueva York bajo el ticker "WBX". Su cofundador y director de producto, Eduard Castañeda, y su director financiero, Jordi Lainz, respondieron a las preguntas de elEconomista.
Lainz reconoce que el desembarco a través de una SPAC "ha sido una ventaja" porque permite a la compañía "contar con inversores a largo plazo que están pensando en acompañarnos en todo el recorrido del plan de negocios". Al respecto insiste en que también aporta un equipo muy experto en el ámbito de la automoción en EEUU que ayudará a que el crecimiento en este mercado "sea todavía mucho más rápido de lo esperado".
Actualmente, la compañía cuenta con nueve oficinas en tres continentes y presencia en más de 80 países. Wallbox ha vendido más de 200.000 unidades de carga desde su fundación en 2015.
¿Cómo va a rentabilizar Wallbox el dinero recaudado a través de la fusión con Kensington Capital para garantizar su expansión a medio plazo?
Jordi Lainz: Fundamentalmente se destinará a asumir los retos que tenemos en nuestro plan de negocio, tanto a nivel de inversiones con la nueva fábrica que hemos anunciado que abriremos el año que viene en Arlington, Texas, como a nivel de financiar todas las inversiones que tenemos que hacer en desarrollo de producto, de software, de hardware, crecimiento geográfico, en equipo humano… lo que nos permitirá alcanzar hasta aproximadamente el 2024, que es el primer año donde hemos previsto tener un ebitda positivo.
A favor de la SPAC: "Nos permite contar con inversores de largo plazo y nos aporta experiencia"
Cuando comparamos con la competencia, ¿qué tecnología diferencia a Wallbox del resto ?
Eduard Castañeda: Nosotros damos la solución completa. De hecho, además del hardware en la proposición de valor de ese producto que ponemos en la pared de una casa y permite la carga, en sí es toda la solución energética que lleva detrás. Por poner un ejemplo, el 70% de nuestros usuarios utilizan algunas de nuestras funcionalidades de gestión energética y luego ese impacto global de compañía internacional, el cual estamos en más de 80 países y podemos, de alguna manera, tener esa escalabilidad y tener un producto para cada segmento.
La compañía aún no es rentable pero registró un crecimiento del 300% en el primer semestre del año, ¿es sostenible este ritmo de crecimiento y cuál es la proyección para que Wallbox llegue a ser rentable?
J.L.: Sostenible, efectivamente lo es y de hecho tenemos un plan de negocio que acompaña no solo el propio crecimiento tan significativo del vehículo eléctrico en todos las áreas geográficas donde la compañía opera, que es prácticamente más de 80 países, sino además en la introducción de otras líneas de productos, como es el lanzamiento de nuestro primer cargador público a finales de este año, el Supernova, o incluso lo que ya hemos anunciado en la Feria de Múnich de este año, que es el creador ultrarrápido de 350 kilovatios. Por tanto, seremos un proveedor global de soluciones de carga, un proveedor global desde un punto de vista también, no solo geográfico, sino también de soluciones y eso es lo que nos va a dar el impulso hasta llegar a esta cifra de ventas que hemos pronosticado para 2025 de más de 1.200 millones.
"Estados Unidos probablemente será el primer mercado de ventas para Wallbox"
¿Cómo va a influir potenciar la fabricación en Arlington la presencia en Estados Unidos? ¿Qué mercado es el más importante en estos momentos para la compañía?
J.L.: Precisamente la compañía empezó su actividad en Estados Unidos en febrero de este año. A día de hoy ya es el desktop-Amazon y el Amazon's Choice. Hoy ya es top tres de Estados Unidos y a finales de año, a nivel de país, Estados Unidos muy probablemente será el número uno en términos de ventas para Wallbox.
Dado que también tienen fábricas en China y en Europa, ¿se están viendo afectados en estos momentos por los cuellos de botella y los problemas que está habiendo de abastecimiento a nivel global?
E.C.: Nuestra integración vertical que va desde el diseño propio hasta la fabricación lo que hace es precisamente darnos mucha flexibilidad en ese sentido. Nuestra capacidad de iterar y generar versiones de nuestro propio producto y certificarla es la que nos da esa flexibilidad. En parte nuestra estrategia es la fabricación local en las regiones y países en los que operamos porque nos da también una flexibilidad para alcanzar los volúmenes previstos y tener una respuesta inmediata en el mercado.
Wallbox ha elegido comenzar a cotizar a través de una SPAC. Otras compañías que han escogido este modelo han experimentado problemas. ¿Qué medidas ha tomado Wallbox?
J.L.: Para poder ser hoy una empresa cotizada, la compañía ha tenido que pasar todos los procedimientos legales, todos los requisitos que marca la Comisión de Mercados y Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) y han sido plenamente aprobados para llevarlo a cabo. Respecto al tema de la SPAC para nosotros ha sido una ventaja porque nos permite contar con inversores de largo plazo que es lo que estamos buscando, inversores que están pensando en acompañarnos en todo el recorrido del plan de negocios y que a la vez nos aporta un equipo muy experto en el ámbito de la automoción en Estados Unidos, que va a ayudar a que este crecimiento en el país sea todavía mucho más rápido de lo esperado.