
Anheuser-Busch InBev, el mayor fabricante de cerveza del mundo, no está pasando por su mejor momento en bolsa. Sus acciones retroceden un 14% en el año y ya es, junto a Iberdrola y Prosus, la compañía más bajista del EuroStoxx 50. Ha perdido cerca de 15.000 millones de capitalización y ha pasado de ocupar el sexto puesto a caer al décimo. La española retrocede un 8,8%, mientras que Prosus lo hace un 15,8% en el año.
Desde que sus títulos marcaran a mediados de junio máximos anuales en los 65,85 euros no han parado de retroceder, en concreto un 24% hasta los 49 euros. Unas caídas que parecen temporales si se hace caso a las estimaciones de los analistas.
El conjunto de expertos que la sigue en Bloomberg fija un potencial alcista superior al 33% y auguran que en los próximos 12 meses alcanzará los 67,36 euros por acción, niveles que AB InBev no ve desde enero de 2020, antes de la pandemia. A pesar de las caídas el mercado cree que la cervecera es una buena oportunidad de compra.
En este último grupo se encuentran los expertos de Société Générale y JP Morgan. La segunda revisó a la baja su posición a principios de agosto, pasando de mantener a vender y recortaron el precio objetivo un 35%, de 65 euros a los actuales 48. Esto supondría recortes en su cotización en el próximo año de todavía un 4,7%.
La cervecera se ha visto especialmente afectada por la crisis del Covid-19, tanto que su beneficio neto se recortó en 2020 hasta los 1405 millones, lo que supone un 84% menos que en 2020 y retrocediendo hasta niveles de 2016, cuando ganó 1.241 millones. A pesar de que sus ganancias se irán incrementando en los próximos ejercicios, necesitará al menos cinco años para recuperar las cifras previas a la pandemia. El consenso de analistas augura 8.989 millones de euros de beneficio para 2024, un 2% menos que en 2019. Son estas cifras lo que menos gusta a JP Morgan: "No vemos un punto de inflexión en el impulso de los beneficios a corto plazo", explica la financiera norteamericana en un comunicado.