En los últimos meses, el rally alcista que está viviendo el precio de la madera en Estados Unidos la ha situado como uno de los activos de moda para los inversores.
La combinación de una fuerte demanda de casas en el gigante norteamericano, que se ha reactivado con fuerza tras pasar lo peor de la pandemia de Covid-19, junto a una escasez de oferta que se ha ido consolidando desde 2019, ha llevado a los precios del recurso básico a dispararse como un cohete.
El incremento de precio en los futuros de esta materia prima es vertiginoso: un 63,5% en lo que va de año, un 450% desde los mínimos que se vieron en 2020, que lo ha llevado hasta los 1.427,9 dólares por un tablón de 1.000 pies de madera blanda (la que se utiliza para construcción, de rápido crecimiento, principalmente árboles como el pino y el abeto), un nuevo máximo histórico.
Más demanda y menos oferta
La semilla de esta subida se plantó en 2019. Por aquel entonces, el mercado no pasaba por su mejor momento, con una demanda débil de hogares en el país, que desembocó en cierres de fábricas madereras, de empresas como West Frasier Timber, el mayor vendedor de estos productos de todo el mundo, y otras como la canadiense Canfor.
Con la oferta de madera procesada viéndose afectada por estos cierres, llegó la pandemia de Covid-19 en 2020 y cambió la dinámica del mercado por completo. La importancia del hogar ha crecido para los ciudadanos, creando un incremento de las reformas en las casas y de demanda de casas de mayor tamaño.
De este modo, el aumento de la demanda ha coincidido con una escasez de oferta, tras los cierres de 2019, y también por la falta de trabajadores de la industria. El número de trabajadores en las fábricas madereras americanas se ha reducido un 30% desde hace 20 años, según el Departamento de Estadísticas Laborales de Estados Unidos. "En la zona sur del país, no se encuentran los suficientes trabajadores para alcanzar la capacidad necesaria para poder cubrir la demanda", explica Paul Jannke a la agencia Bloomberg, el presidente de Forest Economic Advisors, una firma de análisis especializada en la industria maderera.
La guerra comercial de Donald Trump también parece haber tenido un papel en la escasez de oferta que se está produciendo. "Las fábricas de madera tuvieron un mal año en 2019, con poca demanda, y un impuesto del 23%. Muchas de ellas cerraron en 2019, cuando los precios estaban a 300 dólares. Y ahora estamos donde estamos", explica Stinson Dean, CEO de Deacon Lumber. "Quizá algunas hubieran podido sobrevivir si no hubiese habido ese impuesto, pero el hecho es que la oferta de Canadá, tiene un problema estructural", reconoce.
"La oferta de Canadá tiene un problema estructural"
El incremento de la demanda no se ha limitado solo a Estados Unidos, con la encuesta IFO de demanda de productos madereros en Alemania alcanzando en noviembre de 2020 máximos no vistos desde 2006, poco antes de que llegase la crisis financiera. La recuperación económica de China también parece estar afectando. "Vuelve la madera, con fuerza, vinculada a la economía real y al aumento del PIB per cápita", explican desde Pictet, y señalan "la fuerte demanda, especialmente en China, el mayor importador de madera del mundo".
La realidad es que los inventarios de madera están en niveles bajos, y parece que esta situación va a tardar tiempo en poder revertirse. "Los almacenes están extremadamente bajos", ha reconocido Devin Stockfish, CEO de Weyerhaeuser, una de las empresas cotizadas dedicadas a la explotación forestal más importantes de norteamérica. "Se van a mantener altas en el futuro cercano", destacó.
Cómo se puede invertir
Comprar directamente los contratos de futuro no es una opción viable para la mayor parte de inversores minoritarios, por lo que la mejor forma de hacerlo es invertir a través de un fondo de inversión, o de las empresas dedicadas a la explotación maderera.
Existen varios fondos cotizados que replican índices de precios sobre la madera, como el iShares Global Timber & Forestry de BlackRock o el Invesco MSCI Global Timber ETF. Sin embargo, no están a la venta en España, según Morningstar. No hay que olvidar que, en el caso del primero, se trata de un ETF estadounidense, cuya contratación no está permitida en Europa por la regulación en el Viejo Continente. En España existe un fondo temático disponible para el inversor minoritario, el Pictet Timber, que acumula una rentabilidad anualizada superior al 15% en los últimos 5 años.
También se puede ganar exposición a la madera con las empresas que se dedican a la explotación de tierras forestales, como es el caso de Weyerhaeuser, la firma más grande del sector por capitalización. De las 9 firmas más importantes del sector que recoge FactSet, sólo una recibe ahora la recomendación de mantener por parte del consenso de expertos, mientras que el resto es una compra.