Bolsa, mercados y cotizaciones

Cuando hay miedo aparece el oro: por si la solución es huir de la bolsa

Se dice que es el activo refugio por definición. Aunque ha continuado subiendo con la recuperación de la bolsa, se beneficia de que el sentimiento de riesgo no ha decaído. No obstante, está más caro de lo que debería. Coge las joyas y corre! Ésta bien podría ser una frase de una película en la que sus protagonistas necesitan abandonar con la máxima rapidez un lugar sin mucho más que lo puesto, pero con algo que les asegure la supervivencia a corto plazo... y eso no puede ser otra cosa que el dinero, el oro o los rubíes.

Igual que sucede en los mercados. Los momentos de tensión suelen ser favorables para el oro, incluso aunque suban las bolsas.

Si bien en ellas comienzan a registrarse algunos síntomas de que la parte más dura de la crisis financiera puede haber pasado, existen bastantes incógnitas sin despejar, lo que ha provocado que el oro incluso haya continuado subiendo con la renta variable en positivo -la debilidad del dólar en las últimas sesiones es el otro argumento-, aunque lo ha hecho de manera tan fuerte que, a los precios que cotiza -por encima de los 950 dólares-, para algunos expertos ya ha rebasado incluso las perspectivas de todo el ejercicio.

De acuerdo con FactSet, las firmas de inversión que han revisado en los últimos diez días sus previsiones para este metal amarillo han establecido que su precio objetivo para finales de este año es, de media, 928 dólares; es decir, que opinan que a estos precios ya no sería tan interesante abrir una operación alcista con contratos con diferencias (CFD) o futuros sobre este activo. Incluso las previsiones para el cierre de 2010 son más bajas que los precios actuales.

Algo que, de cumplirse, sería una oportunidad para apostar por una recogida de beneficios; especialmente si, poco a poco, la situación continúa relajándose. El paso para constatar esto último sería ahora que los indicadores de riesgo bajasen, porque aún con el bálsamo de las buenas noticias que se han recibido en las últimas semanas (véanse páginas 4 y 5), los indicadores que miden el termómetro del riesgo de las entidades financieras -como el ITraxx-, se mantienen cerca de máximos históricos.

La historia habla de alzas

El equipo de análisis de Citi resume en pocas palabras lo que provocaría nuevas subidas en la cotización del oro: cualquier indicio de inflación, que la economía dé nuevos síntomas de debilidad o que se deteriore el entorno fiscal.

Además, varias de las razones que han propiciado la inversión en oro se mantienen, entre las que Citi destaca "la pérdida de confianza en el mercado de divisas, la crisis en el mercado de bonos, el pobre comportamiento de la bolsa, la pérdida de confianza en el sistema financiero, que no existe riesgo de contrapartida...", explican.

Esta situación y la argumentación de los analistas técnicos, por el contrario, refuerzan la teoría de que el oro aún debería dar mucho que hablar en lo que a tendencia alcista se debe. Para estos últimos, si su cotización repite un movimiento similar al de los años setenta, podría irse hasta los 2.000 dólares la onza (más que duplicar su precio actual). No obstante, como su comportamiento en el último año ha sido volátil, invierta siempre con un stop loss que le limite las pérdidas.

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